Reintroducir la pena de muerte, próximo objetivo de la represión desencadenada por Erdogan

En varias ocasiones “el sultán” dijo que la pena capital volverá “si el pueblo así lo pide”. Si bien el presidente turco niega querer aprovecharse de la situación, la ola de arrestos que se está llevando a cabo, además de a miles de militares y agentes de policía, a generales y jueces, parece no tener fin. A tal propósito, expertos del Consejo de Europa ayer afirmaron que “arrestos y remoción masiva de jueces no son un medio aceptable para restaurar la democracia”.


Ankara (AsiaNews/Agencias)- Es la reintroducción de la pena de muerte el próximo objetivo de la represión desencadenada por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan al día siguiente del intento de golpe de Estado. De hecho, en varias ocasiones “el sultán” dijo que la pena capital volverá “si el pueblo así lo pide, repitiendo esta mañana, “no se puede ignorar lo que pide el pueblo” en un dicurso improvisado, ante un grupo de seguidores suyos, reunidos fuera del palacio presidencial.

“Hoy -prosiguió- ¿no existe la pena de muerte en EEUU, en Rusia y en China? Son sólo los países de la Unión Europea los que no tienen la pena de muerte”. De Europa, de hecho, se elevaron varias voces que han pedido a Erdogan que no introduzca la pena de muerte que Turquía abolió en el año 2004, justamente en el ámbito del proceso para su ingreso a la UE. A ellos se unió el secretario de Estado americano, John Kerry que, después de un encuentro con los ministros de Relaciones Exteriores de la UE, declaró: “también nosotros exhortamos al gobierno de Turquía a mantener el estándar de respeto de las instituciones democráticas de la nación y del Estado de derecho”.

Ayer el presidente turco también negó que esté aprovechándose del intento de golpe de Estado para eliminar toda forma de oposición y obtener aquella reforma del Estado de carácter  presidencialista a la cual apunta desde hace tiempo. Erdogan definió como “difamación por medio de la prensa” las acusaciones de que lo acusan, agregando “si Tayyip Erdogan fuese una figura oprimente, no hubiese obtenido el 52% de los votos en las elecciones presidenciales”.

Más allá de sus afirmaciones, parece no terminar más la ola de arrestos que se está realizando, además de a miles de militares y agentes de policía, a generales y tres mil jueces. A tal propósito, expertos del Consejo de Europa ayer han afirmado que “los arrestos y las remociones masivas de jueces no son un medio aceptable para restaurar la democracia”. “Como cualquier ciudadano, cada juez tiene derecho a un procedimiento ecuo-disciplinar y/o penal-en el curso del cual su responsabilidad debe ser debidamente probada y su derecho a la defensa debe ser respetado", se lee en una declaración difundida por Gianni Buquicchio, presidente de la Comisión de Venecia, órgano consultor de expertos constitucionalistas del Consejo de Europa.

Erdogan, en definitiva, parece estar resuelto a aprovechar la ocasión para eliminar a todos aquellos que, de un modo u otro, son considerados en la misma posición de Fethullah Gülen, el religioso que otrora fuera aliado del presidente, y hoy es su principal opositor. Erdogan volvió a pedir a los EEUU, país donde Gülen vive actualmente, que éste sea expatriado a Turquía, siendo que él sería el cerebro del golpe de Estado frustrado. Turquía, replicó Kerry, “debe brindar pruebas, no acusaciones”.