Nuevos hallazgos y mosaicos resplandecientes en la obra de restauración de la Iglesia de la Natividad de Belén (Imágenes)

Tras siglos, volvieron a surgir los mosaicos de los transeptos: una Ascensión de Jesús con María, los apóstoles y los ángeles; la incredulidad de Santo Tomás, la entrada de Jesús en Jerusalén, una Transfiguración de la cual sólo quedan unos pocos fragmentos. Volvió a la luz la “firma” de un mosaiquista del siglo XII. 


Belén (AsiaNews/LPJ) – Continúan las obras de restauración en la Basílica de la Natividad, que suscitan verdaderas sorpresas. El sitio de Patriarcado latino de Jerusalén (http://es.lpj.org/) presenta una nueva serie de fotografías a la vez que un resumen de los progresos de la obra, considerada la primera restauración científica en la historia de la basílica. Hasta el momento, la empresa Piacenti, a quien le han sido encomendadas las tareas de restauración, ha concluido los trabajos en el techo, las ventanas, la gran puerta de madera en el nártex, los mosaicos de la nave central y de los transeptos.

Los hallazgos más relevantes han sido llevados a cabo, justamente, en los dos transeptos. En el del norte, ha vuelto a cobrar su esplendor un mosaico de la Ascensión, donde está representada la Virgen María con los apóstoles y dos ángeles;  otro mosaico representa la incredulidad de Tomás (Juan 20, 19-31).

En el transepto del sur han vuelto a surgir, tras siglos de abandono e iconoclasia, un mosaico que representa la entrada de Jesús en Jerusalén y otro que debía representar la Transfiguración, pero del cual sólo han sobrevivido la figura de Santiago arrodillado y los pies de Moisés.  

 

 

En el mosaico ubicado sobre el coro de la Basílica de la Natividad han vuelto a surgir también dos inscripciones, en griego y en latín, que se refieren al nombre del artista-restaurador del mosaico, quien intervino en la obra hace aproximadamente 800 años. En éstas se menciona a “Efram. Monje, pintor y mosaiquista” que llevó a cabo estas obras “bajo el reinado de Manuel Comneno [emperador bizantino], en tiempos del reinado del gran rey de Jerusalén, el señor Amaury y del santísimo obispo de la Santa Belén, el señor Raúl”. Todo debió desarrollarse en los años 1168-1169.

Ahora, los restauradores han iniciado la obra de restauración de los arquitrabes de las columnas de la nave central; luego deberán restaurarse las columnas, que están cubiertas de pinturas, pero cuyas condiciones son sumamente críticas.