El movimiento laico ha organizado tres días de oración y testimonio en la catedral de la capital. El grupo difunde los valores cristianos de la familia, ayuda a católicos y no católicos en la vida de fe y en la búsqueda de empleo. Un no-cristiano: "Me impresionó el modo de vida de las familias católicas y yo quiero estar con ellos."
Katmandú (AsiaNews) - Para celebrar 32 años del movimiento laico "Matrimonios para Cristo", decenas de familias católicas se reunieron durante tres días en la catedral de la Asunción de Katmandú, orando y compartiendo su experiencia de fe. El grupo fue fundado hace 32 años, que tiene como objetivo difundir los valores de la familia cristiana, ayudando a los católicos y no católicos en la vida de fe y en la búsqueda de empleo.
Muchos de los testimonios eran de familias que han superado sus dificultades a través de la fe. Gyan Rai es un conductor profesional, y su hija decidió seguir sus pasos mediante la adopción de la patente: "Si yo no fuera un católico - dice - yo estaría perdido entre los que viven en la confusión y sofocado por los problemas”. La oración, sin embargo, "nos cura, aumenta nuestra confianza y nos inspira para tener éxito en la vida. Creo que el verdadero éxito radica en la vida espiritual, llena de oración y sentimientos positivos".
Josh B. Niraula es una figura prominente en la comunidad cristiana de Katmandú, y ahora tiene algunas instituciones educativas: "Para tener éxito en las actividades que llevamos a cabo - explica - necesitamos la paz y la reflexión, cosas que obtenemos a través de la oración. Jesús siempre ha sido mi guía y nunca he hecho otra cosa que seguirlo".
"Matrimonios para Cristo" nació en 2003, cuenta Chirendra Satyal, y "a partir de ese momento, no sólo yo, sino muchas parejas se han beneficiado de ella. Hoy en día, a pesar de la pobreza, los problemas y la inestabilidad del país, las familias católicas viven vidas hermosas y son activos en el trabajo. Algunos son empresarios y crean puestos de trabajo para los demás ". "La oración - continúa – me ha inspirado a trabajar por los pobres y marginados y así debo estar en el centro de todo"
El movimiento laico genera mucho interés entre los no católicos. Dinesh Yonjan asistió a los tres días de Katmandú, incluso no siendo un creyente: "Estoy muy feliz e inspirado por vivir con los católicos. Observando el éxito de las familias cristianas, empecé a ser cercano a ellos. Pedí permiso para asistir a sus reuniones y me lo han concedido. Entonces me encontré con un montón de gente como yo. Ahora quiero orar y seguir a Jesús".