Pensamientos sueltos sobre las “inminentes” relaciones China-Santa sede
de Cheng Zhi

El autor es un sacerdote de la Iglesia no oficial de China del este. Muchos medios hablan como si los acuerdos entre Beijing y el Vaticano estuviesen ya listos. Los problemas de los obispos ilícitos con amantes e hijos. El card. Zen y el card. Tong, divididos sólo por optimismo y pesimismo. Dudas sobre la libertad que “el imperio chino” podrá conceder a la Iglesia.


Beijing (AsiaNews)- En las pasadas semanas en internet se discutió mucho sobre el tema de la relaciones entre China y Vaticano. Parecería casi que la Santa Sede y China estén listas para establecer relaciones diplomáticas muy pronto. Todo esto me lleva a decir algo, también si puede parecer superfluo. Pero al mismo tiempo, si no digo nada, siento tener un peso en el corazón. Así escribí algunos pobres pensamientos tomando como referencia tres artículos que aparecieron recientemente.

 

 1- Obispos lícitos e ilícitos

Ante todo, Reuters el 14 de julio pasado un artículo del título. “Special Report- After decades of mistrust, Pope pushes for breakthrough with China”- (Especial- después de decenios de desconfianza, el Papa alienta para dar un paso adelante con China). Este artículo no pareec haya suscitado la atención de muchos ni de la iglesia, ni en los medios. Al inicio del artículo este dice que “entrevistas con decenas de personalidades laicas y religiosas católicas en Hong Kong, en Italia y en China, como también fuentes que tiene ligámenes con la dirigencia de Beijing revelan particulares de un acuerdo que está cerca de las relaciones completas y considera cuestiones claves en el corazón de la amrga división entre Vaticano y Beijing”.

El nombramiento de los obispos es sin duda una cuestión clave “en el corazón de la amarga división”. En el artículo se afirma que según algunas informaciones de “fuentes católicas con conocimiento de las temáticas”, durante el Año jubilar de la Misericordia, el Papa podría perdonar a los ocho obispos ilegítimos, que no recibido aún la aprobación papal. El tiempo más probable (para esto) sería el inicio del verano. Pero ahora ya estamos casi al inicio del otoño y parece que el verano no nos dé nada qué esperar.

El artículo cita también que entre los ocho obispos ilegítimos, tres de ellos “fueron ex -comunicados en modo oficial por el Vaticano. Y que “los otros cinco habían recibido, a través de canales informales, que el Papa estaba en contra de sus ordenaciones”. Con toda probabilidad, la excomunión de la cual se habla aquí se refiere a las tres declaraciones difundidas por la Santa Sede en ocasión de las tres ordenaciones ilegales de obispos. En el texto se cita también que a fines de junio, algunos representantes eclesiásticos han dicho que dos de los ocho obispos no han hecho ningún pedido de perdón al Papa. Y, aún más serio: “al menos dos de los ocho obispos parecen tener hijos o amantes, según dos fuentes católicas”. Sobre este tema, no sé si ellos tienen hijos, pero sí estoy seguro que uno de ellos tiene una aamnte y tiene relaciones con otras mujeres.

El gobierno o la Asociación patriótica no han expresado ninguna respuesta a las preguntas (de los periodistas) en relación con los negociados con el Vaticano. Al pedido de Reuters de entrevistar a los obispos, el director de la oficina de asuntos exteriores de la Asociación patriótica dijo solamente: “Son personas muy comprometidas, a menudo están fuera de sus sedes. Entrevistarlas es muy difícil” [1].

 

2- El impetuoso cardenal Joseph Zen

En segundo lugar, el 29 de junio pasado, el obispo emérito de Hong Kong, Card. Joseph Zen, publicó un artículo en su blog en tres lenguas (chino-inglés, italiano) para responder a un artículo de Gianni Valente del Vatican Insider. El artículo de Valente tiene un título desviado: “Zen a los católicos chinos: si se realiza el acuerdo con China no deben seguir al Papa”. Si bien algunas veces el Card. pueda parecer un extremista, yo pienso que en el tiempo presente, entre la gente que habla sobre la Iglesia en China, el Card. Zen es la persona más incisiva, que entiende al gobierno comunista chino. Por esto yo sostengo siempre su posición y respondo al artículo de Gianni Valente con las palabras del cardenal: un cordero que rechaza ser devorado por el lobo, ¿tú lo llamas choque?

 

3- El optimista Card. John Tong

El card. Tong fue siempre una persona delicada y siempre tuvo un perfil bajo. Con una elección dramática, el 4 de agosto pasado publicó un artículo que lleva por título: La comunión de la Iglesia en China con la iglesia universal”.

En el artículo, en sintonía con muchos sacerdotes chinos, preocupados por la Iglesia en China, el pastor de Hong Kong se expresa sobre temas cuales: “¿Por qué la Santa Sede persevera en llevar adelante el diálogo con el gobierno chino y no se opone a este? ¿En qué consiste la comunión de la Iglesia local con la Iglesia universal? En la Iglesia católica, ¿cómo son nombrados los obispos de la Iglesia local y según qué principios? ¿Cuál es el rol de la así llamada “conferencia episcopal de los obispos chinos”  y qué relaciones tiene con cada Diócesis individual?” Él da “una explicación clara y comprensible de la posición de la Iglesia” y “para evitar todo malentendido”.

El card. Tong es conocido por su perfil humilde y su corazón lleno de atención para con la Iglesia en China. Gracias a esto, no apenas su artículo se difundió, inmediatamente llamó la atención ya sea de la Iglesia como de los círculos políticos. Este artículo hace evidente la diferente posición (del card. Tong) respecto a su predecesor. Y a causa de su posición en la Iglesia china, lleva a la gente a sospechar que su artículo haya recibido la aprobación del Vaticano. Es obvio, “cada especulación referida a un presunto rol de la Santa Sede es inapropiado”. Y por lo tanto yo no pienso que las críticas del card. Tong contenidas en su artículo estén dirigidas a su predecesor. El pasado 8 de agosto, el Card. zen declaró a Apple Daily : “No es necesario evaluar en modo injusto” (Yo pienso sólo que) hay dos visiones, una pesimista y otra optimista.

 

4- Rezar por las relaciones China-Vaticano

La relación entre China y Vaticano es un argumento caliente de hace casi 30 años. En los últimos 20 años, la Iglesia católica en China parece haber perdido la dirección. El vaticano no fue ni siquiera claro con sus declaraciones. Recuerdo que una vez, por casualidad, tuve una conversación con el entonces presidente de la Ciudad del vaticano, el Card. Szoka (fallecido el 20 de agosto de 2014). Durante nuestro coloquio él me preguntó sobre la Iglesia católica en China. Al final de mi respuesta le dije: “Los católicos chinos no temen la persecución, pero necesitamos de una calara guía de la Santa Sede. No queremos adivinar por cuenta nuestra”. Él me palmeó la espalda y con una sonrisa me dijo: “¡Recemos al Señor!”.

Pienso que esta fue siempre la posición de la Santa Sede: ¡Rezar al Señor! ¿Podemos decir que es una posición equivocada? Ciertamente no, pero es tan fuerte que no deja sin palabras.

Si como dice el Card. Tong, las relaciones chino-vaticanas no violan “los principios de la fe ni la comunión eclesial” también eligiendo “el modo más adapto a las situaciones locales”, yo pienso que ellas sean una buena solución y en el fondo, tal modo de enfrentar las cosas siempre existió en la Iglesia. El problema es si el método “una religión, dos sistemas” será actuado plenamente en China “con características chinas”. Miremos a Hong Kong y a suya “una nación, dos sistemas” y la respuesta es clara. Para la Iglesia católica el problema es aún más preocupante que “una nación, dos sistemas” de Hong Kong.

Naturalmente, si se podrá realmente actuar un acuerdo sobre “una religión, dos sistemas”, estaré feliz de aplaudirlo. Y por lo tanto yo seguiré, sin alguna discusión, cada decisión que tomará el Papa.

Pero también hay que decir que desde el Papa San Juan Pablo II al Papa Benedicto XVI y a Francisco, los tres han continuado a ofrecer el ramo de olivo al imperio chino, pero parece que jamás, ninguna paloma volvió con una ramita de olivo en el pico.

¿Dónde está yendo la Iglesia china? No lo sabemos. Puede suceder de todo. Cuando iba a la escuela, en un tema a propósito de la Iglesia católica en China, escribí: “si no hubiese estado la controversia de los ritos, quizás China hoy sería una nación católica”. Un compañero mío de clase me hizo esta pregunta. “Si hubiese sido así, ¿por qué Dios lo habría permitido? Yo le respondí: “Dios permitió que su Hijo fuese crucificado, qué podría no permitir?”.

¿Las relaciones chino-vaticanas se desarrollarán en modo estupefaciente? Por el momento no lo sabemos, pero Dios permitirá a los responsables decidir con libertad la dirección que habrá que tomar. La púnica cosa que podemos hacer es: ¡Rezar a Dios si interrupción!

 


[1] Para todas las citas de arriba, v. Lisa Jucca,: Special Report – After decades of mistrust, Pope pushes for breakthrough with China, Reuters,14 de julio 2016.