El gobierno de la zona prevé penas de detención “más largas” para quien se da fuego, manifiesta por la independencia o la autonomía del Tibet, envía noticias sobre la situación de la provincia. La represión china arriesga exacerbar aún más la situación.
Lhasa (AsiaNews)- Las autoridades comunistas de la provincia de Tibet han distribuido en los monasterios budistas del área un “manual de instrucción” que contiene nuevas y más duras leyes contra las protestas y las auto-inmolaciones. El texto está escrito en chino y en tibetano y anuncia: las demostraciones, también las solitarias y los suicidios políticos serán castigados con muchos años de cárcel. Prevista también una pena de detención para eventuales “co-conspiradores”.
El texto precisa que las protestas “incluyen el difundir al extranjero noticias sobre cuánto sucede en Tibet”. Prohibido a los monjes el uso de las redes sociales y limitado el acceso a la Red. Lobsang Yeshi, religioso del monasterio de Kirti obligado a escapar a India, comenta al cotidiano Phayul: “Las autoridades usan el derecho como medio para justificar la represión de los tibetanos. Estas nuevas leyes demuestran cuál sea la verdadera situación en Tibet”.
Otra fuente anónima por motivos de seguridad, agrega con ironía: “¿Qué significa manifestaciones solitarias? Si camino por las calles recitando mis oraciones y se me escapa una palabra sobre el Dalai Lama o sobre el budismo, seré encarcelado? Y me parece absurdo”.
El fenómeno de las auto-inmolaciones nació de las protestas de 2008 en la provincia tibetana de Lhasa. En aquella ocasión los enfrentamientos se desencadenaron en ocasión del aniversario de la sublevación de Tibet contra Beijing- sucedida en marzo de 1959 y reprimida en la sangre- que costó la vida a unas 220 personas. Las víctimas de la inmolación son ya casi 200.
Las autoridades chinas han aumentado el control en las zonas tibetanas para prevenir las auto-inmolaciones y arrestar a los tibetanos que promueven este tipo de protestas. Aquellos que se inmolan piden el libre retorno del Dalai Lama a Tibet y libertad para la región. Por su parte, el líder budista en exilio pidió en varias oportunidades a sus fieles “que no se quiten la vida, usándola en cambio para protestar en otro modo”.