Mons. Ruperto Santos, obispo de Balanga y presidente de la Comisión episcopal para la atención de los migrantes: “Compartimos el dolor de aquellos que fueron heridos, golpeados, de quienes quedaron huérfanos y sin techo. Lloramos junto a Italia”. Con la misericordia de Dios: “Amatrice y Accumoli surgirán de nuevo”.
Manila (AsiaNews/CBCP)- Mons. Ruperto Santos, obispo de Balanga y presidente de la Comisión episcopal para la atención de los migrantes, expresa el dolor de toda la Iglesia filipina por las víctimas del sismo que el 24 de agosto azotó el centro de Italia, extendiendo las condolencias a las familias heridas. El obispo agregó que los fieles filipinos están ofreciendo oraciones por los muertos, los parientes y todos aquellos que se encuentran “en un momento de prueba en medio del desastre”.
“Estamos profundamente dolidos -prosigue el obispo- por los muertos que el terremoto que fueron heridos, golpeados, quedaron huérfanos y sin techo. Lloramos junto a Italia”. Ahora rezamos “para sostener el cuerpo y el espíritu de los sobrevivientes, la fe y la esperanza de los ciudadanos de Amatrice y Accumuli que, con la misericordia de Dios, surgirán nuevamente”.
Italia, afirma Mons. Santos, “es una casa que hospeda con generosidad a nuestros trabajadores migrantes, que allí experimentan amor y acogida. Estamos tranquilos por el hecho de que ningún filipino murió en el terrible terremoto”.
Según el último balance, las víctimas del sismo son 267 y decenas están atrapadas en los escombros en Amatrice, Accumoli y Pescara del Tronto. El 24 de agosto el Papa Francisco además suspendió la Audiencia general, invitando a los 11.000 presentes en la plaza de san Pedro a rezar por las víctimas. Francisco además envió una escuadra de bomberos de la ciudad del Vaticano para una misión de rescate de las víctimas en el lugar del desastre.