Vicario de Arabia: Las misioneras mártires en Yemen honran a Madre Teresa
de Paul Hinder*

Mons. Hinder: “Las hermanas de Madre Teresa están sepultadas junto a las otras tres hermanas de ellas muertas en 1998. Espero poder pronto abrir un santuario en ese lugar, en su memoria. Rueguen por nosotros”.


Roma (AsiaNews)- A continuación el texto completo la intervención del Vicario Apostólico de Arabia en el Simposio Internacional 2016 de AsiaNews.

 Eminencias, hermanas y hermanos:

Me toman de sorpresa porque no pensaba tener que hablar delante de vosotros. Tenía que llegar solamente mañana a Roma, para participar en la canonización de Madre Teresa, pero esta mañana supe que podía partir de Abu Dhabi.

Sufro por la situación que se vino a crear en Yemen, donde siete millones de personas mueren de hambre; no hay seguridad para ninguno, no es una cuestión de ser cristianos o musulmanes. La inseguridad es general en todo el país, a causa de la guerra civil.

En esta situación de inseguridad, hemos visto a la hermanas de la Caridad aún trabajan, en el sur, donde fueron masacradas. Con mucha fortuna, una logró salvarse. La comunidad que se encontraba en Ta´izz tuvo que dejar la casa, porque se encontraba en medio de las dos partes en guerra y tuvieron que transferirse a Sanaa, esperando poder hacerlas volver, pero en este momento es realmente imposible.

El problema más grande- y después hablaré con su Superior general-es que tenemos dificultades para hacer entrar a sacerdotes y hermanas. El único que permanece es el p.Tom, que aún sigue en manos de sus raptores. Tenemos a algunos dispuestos a partir, pero no les dan la visa. Nos encontramos en una situación en la cual las hermanas viven de hace meses sin la Eucaristía. Y puedo imaginar lo que a ellas esto les causa, si conocen a Madre Teresa, ya santa.

Mi predecesor se encontró muchas veces con Madre Teresa en Sanaa y él decía: “Gracias a ella tenemos curas aquí entre nosotros. Los Misioneros de la Caridad patrocinan las visas para los curas de Sanaa y Taiss. Existe una colaboración muy estrecha con ellos, pero no sé cómo podrá continuar. Siempre las he admirado: cuando fui a visitarlas, por su espíritu de simplicidad y alegría… Veía siempre a las hermanas sonreír. Mi predecesor decía: Pero, ¿cómo hacen para vivir en esta situación?”.

Algunos días después del asesinato de las hermanas, el 4 de marzo, me encontré con la única sobreviviente. Lo primero que me dijo fue: “Quiero volver, apenas pueda y apenas me dé el permiso”. Imagínense este celo en esta situación de  martirio. Refleja el virus que fue colocado en la Congregación por la fundadora. Os invito a rezar: recen por las hermanan que se quedaron y por aquellas que se preparan para partir. Y recen por el p. Tom, esté muerto o vivo. Nosotros no lo sabemos.

Les ruego recen por el cura que está listo para partir y que otros puedan unirse a ellos. La misión en situación de guerra, no obstante todas las dificultades, debe continuar. El p. Tom fue secuestrado: había vuelto a Yemen, pidiéndome permiso y a su superior. Yo le dije: “Si lo quieres, te ayudaré a entrar al país”. Ciertamente, hoy, para mí es muy doloroso pensarlo. Pero estoy convencido todavía que haya sido justo. Durante una guerra nunca puedes saber qué pueda suceder.

Cuando inició la guerra en marzo de 2015, las hermanas me dijeron: “Nosotras no dejamos el país, nos quedamos con nuestros pobres y con los discapacitados”. Y yo quiero expresar mi gratitud a la Congregación por este testimonio, que os honra a vosotras y a la fundadora. Las mártires asesinadas el 4 de marzo 2016 están sepultadas en Aden con las otras tres hermanas asesinadas en 1998. Esta tumba fue hecha por un cristiano local, corriendo un gran riesgo: ninguno de nosotros podía entrar. Espero un día poder ir a abrir un santuario y celebrar los ritos fúnebres.

Dios os bendiga a todos. Os pido que tengan a la Península arábiga en vuestras oraciones. Gracias.

*Vicario apostólico de Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen)