El p. Rafic Greiche juzga positivamente la norma aprobada recientemente por el Parlamento, resultado de la mediación entre el gobierno y los líderes cristianos. Ahora hay menos “limitaciones y restricciones" que en el pasado. Lo importante es que se aplique "como está escrito". Sigue habiendo problemas en términos de economía y justicia social.
El Cairo (AsiaNews) - A pesar de "la crítica surgida en varios frentes", se trata de una "buena ley", lo que le permite "modernizar el país" y superar las normas anteriores "que datan de la época otomana, eran viejas y obstaculizaban la libertad de culto para los cristianos". Esto es lo que le dice a AsiaNews el p. Rafic Greiche, portavoz de la Iglesia Católica de Egipto, al comentar sobre la nueva ley sobre la construcción de iglesias, recientemente aprobada por el Parlamento en El Cairo. "En el pasado - añade el líder cristiano - había muchas más limitaciones y restricciones. Había muchos más problemas, ahora superadas, para construir un lugar de culto".
El 30 de agosto pasado, el Parlamento egipcio aprobó el proyecto de ley sobre la construcción de iglesias, resultado de largas negociaciones entre los líderes cristianos – de las principales denominaciones - y el gobierno de El Cairo. Un proceso largo y lleno de dificultades, resultado positivo gracias al esfuerzo promovido por los líderes ejecutivos y el presidente Abdel-Fattah al-Sisi en persona.
La nueva norma exige que los líderes de las provincias respondan en un plazo de cuatro meses a la solicitud de construcción de un lugar de culto cristiano. El gobernador debe explicar las razones de su oposición, contra la cual la comunidad local puede apelar al tribunal administrativo. Plantea preocupaciones el párrafo de que "la superficie" de la iglesia debe conformarse con el "número" de los fieles, demasiado vaga y sujeta a la manipulación.
En las últimas semanas algunas denominaciones cristianas en Egipto - en particular la Iglesia Ortodoxa Copta - se habían opuesto a la nueva ley. Entre otras cuestiones fundamentales, el hecho de que los lugares de culto están autorizados por los líderes provinciales "bajo la coordinación de las autoridades interesadas". También en este caso, según los críticos es fuerte el riesgo de un bloqueo - sin justificación - de las construcciones.
Sin embargo, para el p. Rafic Greiche es una ley "moderna" fruto del trabajo conjunto entre ortodoxos coptos, católicos y protestantes, que han podido superar "incluso los momentos de tensión". Del resto en Egipto, donde los cristianos representan alrededor del 10% de la población, aún existe "la mentalidad de que toda la tierra es islámica y, con esta excusa, los salafistas y los hermanos musulmanes, especialmente en los pueblos, atacan a los cristianos e incendian las iglesias".
El portavoz de la Iglesia Católica no oculta los problemas y dificultades en el camino que condujeron a la aprobación de la ley. Obstáculos causados sobre todo por los copto ortodoxo que, añade, "han construido en los últimos cuatro años por lo menos 2 mil lugares de culto, ilegales, sin permiso". Y esto era uno de los "puntos controvertidos" en la redacción de la nueva norma; sin embargo, el propio presidente Al Sisi "intervino para aprobar la amnistía a las iglesias ya construidas, aunque sean ilegales, siempre y cuando hayan estado activas durante al menos un año".
El P. Greiche recuerda los "15 proyectos de ley elaborados en ocho meses", lo que confirma las intensas negociaciones y de lucha más dura de los distintos frentes que luego dio lugar a la elaboración y aprobación del texto final, siendo objeto de críticas partidarias hoy por Iglesia ortodoxa copta. "Pero nosotros, los católicos - continúa el sacerdote - estamos satisfechos. Una ley no es una revelación de Dios, sino el trabajo del hombre, no puede ser perfecto y puede variar en función del contexto y el medio ambiente. Sin embargo, es un gran paso hacia la modernización". Por último, el líder católico dijo que "lo más importante es la adopción de la ley, es la aplicación de la ley misma, que debe ser observada como está escrita"
Sobre la cuestión de la libertad religiosa y el respeto a la minoría cristiana en el país la situación es positiva, aunque hay áreas críticas, especialmente en el Alto Egipto y en algunas aldeas remotas. "El principal problema - dijo el padre. Rafic Greiche - sigue siendo la economía, con el dólar muy alto y el peligro de la inflación. En este contexto son los pobres quienes pagan la crisis y dificultades, si bien sigue estando siempre presente - el no resuelto - tema de la justicia social. El gobierno ha iniciado proyectos importantes, pero se necesita tiempo para que los beneficios pueden llegar también a las capas más bajas de la población".