Los católicos de Udon Thai festejan a santa Madre Teresa
de Weena Kowitwanij

El día después de la canonización, los sacerdotes de la diócesis han celebrado la misa junto a las Misioneras de la Caridad. Presentes también niños, enfermos y pobres que bien en las estructuras dirigidas por las hermanas. Al final de la misa han ofrecido un almuerzo comunitario ofrecido por las religiosas. La obra de las Misioneras en la provincia inició en 2002 para ayudar a los enfermos de SIDA/HIV.


Udon Thai (AsiaNews)- Los católicos de la diócesis de Udon Thai (nordeste de Tailandia) han festejado junto a las Misioneras de la caridad la canonización de Madre Teresa realizada el 4 de septiembre pasado en Roma. El día después, a las 10 de la mañana el p. Phan Dinh Tuan, rector de la iglesia de San Miguel Arcángel.

Decenas de jóvenes, provenientes de la Casa de los niños dirigida por las hermanas en la parroquia, han recibido a ancianos, enfermos y pobres de Nong Bua Lamphu (al oeste de Udon Thani) que querían participar en la misa.

Después de la celebración hicieron un almuerzo comunitario, durante el cual el p. Somnuk y las Misioneras de la caridad han distribuido comida y artículos de primera necesidad a todos los que participaron en la jornada.

Es un ligamen estrecho lo que existe entre las hermanas de Madre Teresa y los católicos de la provincia de Nong Bua Lamphu. Ellas llegaron por primera vez en 2002, cuando abrieron su primera casa en Tailandia. El obispo George Yod Phimphisan las había enviado para colaborar en el cuidado de los enfermos de SIDA/HIV.

En junio de 2004, cuatro religiosas indias (Elinita, Phiberta, Arlete y Anima) iniciaron la construcción de la Casa para los enfermos en Nong Bua Lamphu. Ahora dirigen también la Casa para los niños.

El p. Paul Chetha Chaiyadej, sacerdote de la arquidiócesis de Bangkok, cuenta a AsiaNews su encuentro con la devoción a Madre Teresa: “Hace años tuve la posibilidad de visitar Kanakapura, en India, para un curso sobre las comunidades eclesiales de base. Noté que el cuadro de Madre Teresa estaba colgado junto al del Papa y de los obispos. Le pregunté al rector la razón de este hecho y él me respondió: “Madre Teresa era amada por todos, no sólo por los católicos sino por personas de credos diversos”.

“Madre Teresa-cuenta el p. Paul- me impresionó muchísimo durante su vida. Ella es el testimonio viviente del amor de Dios para la humanidad: demostró preocupación y cuidado para con los que sufren y los pobres, tanto que se ganó el sobrenombre de “Madre de los pobres”. Estoy seguro que muchas personas, incluido yo mismo, tratan de seguir sus huellas”