“Ahok es blasfemo”: el gobernador cristiano de Yakarta en el ojo de la tormenta
de Mathias Hariyadi

El político ha pedido no utilizar suras del Corán para fines distintos de los religiosos. Los mayores movimientos islámicos del país lo han acusado de “difamación del islam”. Continúa la campaña para desacreditarlo en las próximas elecciones.


Yakarta (AsiaNews) – Los partidos islámicos indonesios se encuentran divididos en relación al gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama, más conocido como “Ahok”, quien ha quedado en el centro de un escándalo por blasfemia. El político, un cristiano de etnia china, terminó en el centro de las críticas de los musulmanes a raíz de una frase pronunciada el 9 de octubre pasado, cuando citó la 51ra sura del capítulo quinto del Corán (Al Maidah), usada por algunos para oponerse a su nueva postulación como candidato en las elecciones para gobernador del próximo año.  

Ahok ha pedido no usar la religión para objetivos políticos, y muchos musulmanes se han sentido ofendidos en su fe a raíz de esto. Ayer, el Consejo de los Ulemas indonesios (MUI) ha pedido a la policía de Yakarta que inicie una denuncia contra Ahok por difamación del Corán. El ala juvenil del Muhammadiyah (movimiento islámico moderado) ha solicitado la condena del político por blasfemia. 

Hoy la situación se aplacó, puesto que el MUI aceptó las disculpas de Ahok, luego de que declarara que de ningún modo tuvo la intención de ofender el islam. Sin embargo, sigue habiendo presiones por parte de otros grupos islámicos. Lukman Hakim Saiffudin, ministro de Asuntos religiosos, afirmó que la mejor vía legal para resolver la disputa es firmar un acuerdo. Hoy, el ministro se reunió con los líderes del MUI: “Apreciamos mucho la decisión de los ulemas de perdonar a Ahok –dijo-, y alentamos a todas las partes a presentar sus instancias para llegar a un acuerdo legal”.  

Indonesia es un Estado de derecho, agregó  Saiffudin, “y dejemos que sea a policía quien resuelva la cuestión de modo civil, sin que los musulmanes sean provocados y fomentados”.

Basuki “Ahok” Tjahaja Purnama es uno de los pocos líderes políticos indonesios que está a la vanguardia en la lucha por la libertad de conciencia. En junio pasado se opuso a la obligación de que las estudiantes de Yakarta llevaran el velo islámico. En julio de 2015, el gobernador de Yakarta promovió una batalla por los derechos civiles de la minoría ahmadí, a la cual la mayoría de los musulmanes sunitas considera herética.

El nuevo comentario desafortunado del gobernador provocó la alarma en la coalición que lo sostiene para las elecciones de febrero de 2017. Durante una conferencia de prensa, Megawati Soekarnoputri, presidente del Indonesian Democratic Party of Struggle (PDIP, el segundo partido del país), aconsejó a Ahok que ya no hable más cuando esté rodeado de periodistas.  

Según el “Polltracking Indonesia”, un instituto con base en Yakarta, el gobernador de la capital  ya ha perdido gran parte de la tasa de aprobación que lo veía como el favorito para un segundo mandato:  este porcentaje, que era del 70% en marzo pasado, descendió al 50%.

La campaña contra Ahok no es la única llevada a cabo por parte de líderes islámicos indonesios contra políticos o funcionarios no musulmanes. Hoy, decenas de ulemas han expresado su rechazo a la instalación del nuevo jefe de la policía de la provincia de Banten (Java oriental), por el hecho de que no profesa la fe islámica.