De hace años la hermana franciscana, Bernardette Saragit FSE está comprometida en ayudar a salvar a las jóvenes mujeres engañadas y explotadas por la mafia de la prostitución en Malasia. “Estas muchachas están “bloqueadas” y no saben cómo reaccionar. Nuestra misión en el mundo de hoy: ayudar a los desesperados”.
Yakarta (AsiaNews)- Bernadette Saragih FSE es una hermana franciscana que de hace años se ocupa con dedicación en salvar a jóvenes mujeres del tráfico de seres humanos. Su camino inicia en 1991, cuando se instaló en la isla de Batam, la vía de acceso más directa para Singapur (sólo 30 minutos de ferry). Allí inicia a conocer muchísimas muchachas provenientes de la provincia del Kalimantan Occidental que trabajan como “domésticas” en Singapur.
Sor Bernardette narra a AsiaNews: “En Batam, muchísimas jóvenes madres y muchachas están involucradas en negocios ilícitos sin la posibilidad de reaccionar. A la mayor parte de ellas se les ofrece un trabajo como “doméstica” pero luego son manipuladas y obligadas por la mala vida local a trabajar en locales nocturnos y a prostituirse. Ellas querrían terminar con esta situación, pero no saben cómo hacer porque haciendo así no tendrían más dinero para enviar a sus familias”.
Batam hoy es un puerto seguro para los explotadores de la prostitución, que en Singapur es una actividad legal. Es aquí que Sor Bernardette, junto a un Ong local inició a asistir a estas muchachas desesperadas. “A menudo las llevo al convento-cuenta- las curo y después la envío a sus casas. Una vez ayudé a una joven muchacha que apenas había terminado la escuela media, la envié a Medan y ahora es licenciada”.
En febrero la hermana contacta a AsiaNews- que estaba por enviar un propio enviado a Kupang, en Nusa Tenggara Oriental- pidiendo ayuda para poder llevar a una joven mujer, ex “domestica” en Malasia, en su propio pueblo natal. Desafortunadamente, por un problema de tiempos estrechos, esto todavía no fue posible.
Hace cuatro años, la responsable de las hermanas formalmente asignó a sor Bernardette la tarea de ocuparse de las problemáticas de la trata de seres humanos. “Estoy desarrollando mi misión junto a la Asociación religiosa indonesia, la Comisión socio-económica de la arquidiócesis de Medan y el Justice, Peace and Integrity of Creation (JPIC). En Medan, muchas de las víctimas provienen de las provincias indonesias de East Nusa Tenggara y West Nusa Tenggara. Estas jóvenes están “bloqueadas” a causa de la falta de instrucción. A veces a causa de los abusos y de las violencias deciden escapar y son los taxistas yo la policía las que las traen a nuestra casa. Verlas en esas situaciones desesperadas me conmueve en lo más profundo, hay casos de tuberculosis, desnutrición, fracturas en los miembros por la violencia sufrida. A veces no hacemos a tiempo para salvarlas y mueren en nuestros brazos… Esta es nuestra vocación en el mundo de hoy-concluye la hermana-ayudar a cualquiera esté desesperado y en todos los modos posibles”.