Ballenas, “se hunde” la propuesta para protegerlas

La propuesta sobre la creación de otro “santuario atlántico” para la salvaguardia y la proliferación de las ballenas, una vez más no fue aprobada. La caza continuará en Japón, Noruega e Islandia. El comisario japonesa: “La caza es eco-sustentable. El ambiente es importante, ¡pero también lo son las tradiciones!”.


Portorose (AsiaNews/France Press)- También este año se realizó el encuentro de la Comisión ballenera internacional (CBI). Han participado todos los países involucrados en la explotación, estudio o protección de los mamíferos marinos. En el encuentro que se realizó el 24 de octubre pasado, se discutió la posibilidad de crear un “santuario atlántico” para las ballenas, que hoy están en vías de extinción. Los mayores opositores a esta idea son Japón, Islandia y Noruega. La propuesta tuvo sólo 38 de los 64 votos y no alcanzó el 75% previsto para la aprobación. El proyecto era el de crear en el océano Atlántico meridional una zona protegida de 20 millones de km. cuadrados. Y Zolfagharifard, del Dail Mail afirma que “sobre unas tres millones de ballenas muertas entre 1900 y 1999-al menos dos tercios vienen del hemisferio meridional”

Entre los países más activos en la caza comercial, Japón es uno de los mayores exponentes. En la historia de hecho construyó sobre esta actividad una floreciente economía- entre diciembre y marzo de 2016 mató ejemplares por un valor de 33 millones de dólares estadounidenses- y alienta junto a Noruega e Islandia, para conservar sin “restricciones” las propias actividades. Tales restricciones están en curso desde 1986, cuando una moratoria sobre la caza comercial convocada por la CBI, permitió la matanza de las ballenas sólo para el sustento de pequeñas comunidades en Groenlandia e Islandia o para la investigación científica.

En cambio Noruega, que continúa desarrollando la caza comercial después de haber enviado una objeción formal a la CBI, en 2014 mató a 736 ballenas. No obstante una disminución en el consumo de carne de ballena, el país logra exportar a Japón, donde se las transforma en forraje.

Durante el encuentro, el comisario japonés de la CBI, Joji Morishita afirmó que “la caza a las ballenas es perfectamente eco-sustentable”, también agregó que he hace unos treinta años, muchas de las comunidades costeras japonesas fueron injustamente privadas de su principal fuente de sustento. Fue propia la cuestión de las pequeñas comunidades costeras el elemento que más se ha debatido. “No entendemos renegar l moratoria- puntualizó- queremos sólo una pequeña suma de ejemplares que hay que determinar espacialmente en determinadas zonas. No podemos ignorar a estas cuatro comunidades japonesas que desde hace casi cinco mil años viven de esto. Preservar el ambiente y quien allí vive es importante, ¡”pero también lo son las tradiciones!”.