Gaibandha: después del asesinato, los cristianos Santal agredidos rechazan la ayuda del gobierno
de Sumon Corraya

La policía y los musulmanes locales atacaron a los tribales por una disputa de tierras. Hubo dos muertos y seis heridos. La población vive en el miedo, y los niños no asisten a la escuela. Algunos cristianos están todavía fugitivos, otros no regresaron a las casas. El invierno a puertas y la falta de alimentos hace crecer la desesperación.


Gaibandha (AsiaNews) - Los cristianos santal del distrito de Gaibandha, victimas la semana pasada de una violenta agresión da parte de la policía local por una disputa de tierras, han rechazado la ayuda del gobierno que algunos representantes del mismo les han ofrecido. Una de las víctimas, anónima por seguridad, dijo a AsiaNews: "La policía mató a dos hermanos. Hemos visto la sangre correr. ¿Cómo podemos aceptar la ayuda del gobierno?".

El 14 de noviembre, algunos representantes del gobierno han visitado Gobindoganj para distribuir artículos de primera necesidad, pero las víctimas han rechazado la ayuda. "Los activistas políticos locales - reportan los cristianos - han tratado de distorsionar las declaraciones en favor del gobierno. Nos llamaron uno por uno y le dijeron a los medios de comunicación y a los activistas de alabar a la policía y el gobierno".

La violencia tuvo lugar el 6 de noviembre debido a una disputa de tierras. La policía y los musulmanes locales atacaron violentamente a los tribales Santal, en su mayoría católicos. Los testigos dicen que la policía tenía órdenes de aprehensión para 300 personas que huyeron para evitar la cárcel. Otros se han defendido con arcos y flechas hiriendo a algunos policías. Las casas tribales fueron registradas y saqueadas. El ataque culminó con el asesinato de dos cristianos y heridas a otros seis. Ayer dos heridos han sido trasladados a la prisión local, después de haber sido admitidos en el Hospital Rangpur Medical College. Su tratamiento por la policía ha levantado una ola de indignación, los heridos fueron esposados ​​y atados mientras estaban postrados en cama.

Los cristianos dicen que viven con miedo desde el día del ataque. La situación de conflicto y la tensión continua afecta a alrededor de 2.500 cristianos. Los niños han dejado de asistir a la escuela, carecen de alimentos y se acerca el invierno. Jewal Murmu declara: "No tengo ropa, y por la noche no puedo dormir por el frío".

La poca ayuda ha llegado de las Misioneras de la Caridad. Subash Murmu informa que ha recibido un lungi  [prenda de vestir masculina, ndr] y su mujer un sari. Las hermanas han distribuido arroz, pero su apoyo no es suficiente. "En estas condiciones - añade - no podemos trabajar y ganar".

Mientras tanto, el gobierno parece en dificultades por los recientes ataques contra las minorías religiosas. Ayer la Comisión de orden público ha emitido una advertencia de actuar con dureza contra las fuerzas del orden que no pueden contener los ataques contra grupos minoritarios. La Comisión tomó nota de que el ataque contra los cristianos y los actos vandálicos contra templos y  fieles hindúes  han puesto "al gobierno en una situación incómoda".

Por otra parte, Amir Hossain Amu, Ministro de Industria, ha reavivado la polémica al afirmar que "la tierra no es de los santal. De hecho, los terrenos expropiados eran de uso de los santal: los ayudan a ocupar la tierra, pero luego se la quitan".

El P. Samson Marandy, pastor de Mariampur, informa que "muchos hombres Santal todavía están en fuga, para evitar la detención. Cada día los fieles se reúnen en frente de la pequeña iglesia de Madarpur, cerca del sitio de la violencia". Mamunir Rashi, director de la escuela primaria Burjuk RG Adabashi, añade que "al menos 90 estudiantes no están yendo a la escuela. Los padres creen que los niños no están seguros".

Bangladesh tiene una población de 152 millones de habitantes y una mayoría musulmana (89,8%). La comunidad cristiana (0,2% de la población) y los hindúes (9,1%) están sujetas a numerosos ataques y a la expropiación de las tierras. Expertos subrayan que el motivo no es tanto religioso cuanto económico.