En algunos casos, el pasaporte es otorgado sólo si, al momento de solicitarlo, se entrega una muestra del propio ADN. El World Uighur Congress denuncia la jugada como otro signo de marginación de la población musulmana.
Beijing (AsiaNews) – El gobierno chino está confiscando todos los pasaportes de la población de Xinjiang aduciendo como motivo para ello la lucha contra el terrorismo.
La orden de entregar los pasaportes propios a las autoridades fue publicada hace ya varias semanas, bajo la amenaza de que quien no obedece no tendrá más permiso para viajar al exterior. Algunas directivas de la policía de Shihezi, que luego desaparecieron de su sitio web, establecen que el retiro de los documentos de viaje se llevará a cabo en el próximo mes de febrero.
El World Uighur Congress denunció la medida como un ulterior paso hacia la marginación de la población uigur. Según algunas fuentes, en junio pasado, las autoridades chinas obligaron a los uigures a entregar muestras de su ADN, ante el pedido de nuevos pasaportes.
Los uigures, de religión musulmana y turco-fona, constituyen el 45% de la población de Xinjiang. La región del noroeste de China está signada por décadas de tensiones entre uigures y la etnia han (china). Algunos sectores de los uigures sueñan con lograr la independencia para la región del Turquestán Oriental, si bien la mayoría de ellos sólo quisiera una mayor autonomía. China responde con un dominio militar colonial, marginando a los uigures de os puestos clave en la política y en la economía de la región.
China teme que los musulmanes de Xinjiang puedan potenciar alianzas con los talibanes de Afganistán y Pakistán, con el objetivo de apoyarlos en su lucha por la independencia.
Aduciendo como motivo el “antiterrorismo”, China oprime a toda la población musulmana, prohibiendo a los jóvenes participar en la oración en la mezquita, obligándolos a no observar el ayuno del Ramadán y a no dejarse crecer la barba.
En China, ningún habitante tiene derecho a tener pasaporte, sino que éste debe ser solicitado a las autoridades. Esto permite un control sobre los viajes al exterior de sus ciudadanos.