P. Dominic Sarkar: Mis tribales son pobres, pero deseosos de conocer a Jesús
de Sumon Corraya

El sacerdote de la Holy Cross es párroco en Bandarbán, donde se ocupa de ocho mil fieles esparcidos en 56 pueblos montañosos. Los viajes a través de ríos, colinas y jungla para alcanzar las casas, las rutas están arruinadas, los malestares y los costos de la pastoral: “Cuando llego, los fieles están tan contentos que me tienen despierto toda la noche”. Los católicos normalmente logran participar en la misa sólo una vez por año.


Dacca (AsiaNews)- Cuando visito a mis parroquianos tribales, “ellos están tan contentos que no duermen durante toda la noche para contarme lo que les sucede, para rezar y cantar juntos”. Lo narra a AsiaNews el p. Dominic Sarkar, sacerdote de la Santa Cruz y párroco del distrito de Bandarbán (sudeste del país), donde se ocupa del cuidado de ocho mil fieles esparcidos en 56 pueblos.

La parroquia del p. Dominic está situada en la diócesis de Chittangong, en la cima de una zona montañosa. Todos los católicos son tribales (sobre todo del grupo Tripura) y viven en una extrema pobreza. Los sacerdotes de la Santa cruz llegaron por primera vez a la región en los años 50. En esta área, cuenta el sacerdote, “viven 11 grupos tribales”. “En el pasado los misioneros de la Santa Cruz obtuvieron el permiso del rajá (rey tribal) local para predicar el Evangelio. Y así el número de católicos inició a aumentar rápidamente en la región”.      

Para el p. Dominic, de 45 años, alcanzar los pueblos de los fieles no es fácil. Se necesitan como mínimo cinco o seis horas de camino, visto que las vías de comunicación son no aptas en gran parte del territorio: “Los senderos no están bien cuidados y debo atravesar ríos, colinas y una tupida jungla. A veces el recorrido dura unas 10 horas, pero realizo esta fatiga para ir a visitar a mis parroquianos, tan deseosos de conocer a Jesucristo”.

Por otro lado, continúa el sacerdote, “realizar el trabajo pastoral es desgastador a nivel económico. Las Iglesias protestantes, que reciben dones de parte de muchos benefactores, llegan a los pueblos y predican, haciendo más difícil nuestro trabajo”.

En su actividad pastoral, el p. Dominic es ayudado por 33 catequistas de la parroquia. Ellos lo acompañan durante sus visitas a los pueblos, donde él a menudo bendice a los matrimonios casados sólo civilmente. No pudiendo participar en cada casamiento, el sacerdote se limita a “ratificar” las uniones ya realizadas. Los católicos normalmente logran participar a la misa sólo una vez al año: “Necesitamos más sacerdotes para nuestros fieles”, dice el p. Dominic.

En la parroquia de Bandarbán hay también una escuela, con un dormitorio para los muchachos (86) y uno para las jóvenes (92). La mayor parte de los estudiantes proviene de pueblos remotos y no podrían frecuentar la escuela si no tuviesen donde dormir.