Manila, el "monumento a la Divina Misericordia más alto del mundo"

La estatua de Jesús, de 30 metros de altura, está construido en el santuario nacional de Marialo, al norte de Manila. La inauguración y bendición están programadas para el 19 de enero de 2017, durante el cuarto Congreso Apostólico Mundial sobre la Misericordia (Wacom). El evento contará con 5 mil delegados locales e internacionales


Manila (AsiaNews / CBCP) - Con una altura de casi 30 metros, la estatua de Jesús de Bulacan es el monumento más alto en el mundo dedicado a la Divina Misericordia. La escultura se encuentra en un edificio de cuatro pisos construido en el santuario nacional de Marilao, una ciudad a 24 kilómetros al norte de Manila (provincia de Bulacan). El trabajo en las obras de construcción se iniciaron en enero de 2016, en el plano del Jubileo de la misericordia querido por el Papa Francisco, y se completará a finales de este año.

La Iglesia filipina ha decidido inaugurar el nuevo monumento el 19 de enero, como el punto culminante del cuarto Congreso apostólico mundial sobre la  misericordia (Wacom), que se celebrará en el país asiático. Durante una rueda de prensa el p. Prespero Tenorio, secretario de Wacom para Asia, dijo que la estatua servirá para mantener la memoria global del evento. El sacerdote agregó que 5 mil delegados, tanto locales como internacionales, son esperados en el Congreso que durara del 16 al20 de enero.

El tema general: "La comunión en la misericordia, la misión humanitaria (llamado de la misericordia, invitación a la misericordia)", será articulado en diferentes días. La bendición y la dedicación del monumento se llevarán a cabo después de la misa de 19 de enero, presidida por el Card. Ricardo Vidal, Arzobispo Emérito de Cebú.

El p. Patrice Chocholski, secretario general de Wacom, dijo que las Filipinas presentará al Congreso como una "peregrinación de la misericordia", invitando a los delegados cada día a un lugar santo diferente.

Introducido por el Vaticano en 2008, el primer Wacom se llevó a cabo en Roma y coincidió con el tercer aniversario de la muerte de San Juan Pablo II.