Orissa tiene un nuevo sacerdote, la fe saliĆ³ fortalecida de los pogromos (Fotos)
de Purushottam Nayak

El Pbro. Munib Pradhan fue ordenado el 12 de diciembre y ayer celebró su primera misa En el 2004 fue testigo de la desacralización de su parroquia; en el 2008 vivió las persecuciones contra los cristianos de  Kandhamal.


Cuttack-Bhubaneshwar (AsiaNews) – La Iglesia católica de Orissa tiene un nuevo sacerdote. Es el padre Munib Pradhan, que ayer celebró su primera misa frente a 1500 fieles. Pertenece a la parroquia de Raikia, en la localidad de Bakingia (distrito de Kandhamal), lugar donde en el año 2004 un grupo de extremistas hindúes devastó la iglesia parroquial y sembró el terror entre los cristianos. Luego, en el 2008, el distrito fue arrasado por la ola de violencia sectaria desencadenada por los extremistas. “A pesar de la persistente persecución –explica Juano Pradhan, padre del nuevo sacerdote- su vocación se vio fortalecida”.

El Pbro. Pradhan, quinto de seis hermanos, recuerda que cuando su parroquia “fue vandalizada, cundió gran miedo entre los católicos. Las personas lloraban lágrimas amargas. Luego asistí a episodios de violencia anti-cristiana que fueron mucho más atroces todavía, pero me mantuve firme en mi fe, en el seguimiento de Jesús y en el cumplimiento de la obra del Señor”.

El sacerdote fue ordenado el pasado 12 de diciembre por Mons.  Aplinar Senapati, obispo de Rayagada. La ceremonia se llevó a cabo en la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad en Raikia, con la presencia de 3.000 fieles, 35 sacerdotes con-celebrantes y 20 hermanas.

La iglesia es la misma que el 24 de agosto de 2004 fue asaltada por un grupo de 300 fundamentalistas hindúes. Armados con palos, rompieron el portón de ingreso, invadieron la iglesia y destruyeron la imagen de la Virgen, el crucifijo y otras imágenes sacras. Abrieron el tabernáculo y arrojaron al suelo el Sacramento. Luego vandalizaron instrumentos musicales, paramentos y ornamentos, prendieron fuego a la Biblia y a otros textos litúrgicos. Además del lugar de culto, los agresores destruyeron varias viviendas de católicos.

 

El acto criminal fue condenado por todas las jerarquías eclesiásticas. Luego, en los pogromos del 2008, la aldea fue nuevamente escenario de persecución. Entre otras víctimas, Rajesh Digal, de 32 años, y Samuel Digal y la madre fueron quemados vivos por los extremistas.

El Pbro. Pradosh Chandra Nayak, de la parroquia de Raikia, afirma: El pueblo que vive en esta región es pobre, pero rico en fe, unidad e integridad”. “Ocho años atrás –agrega- nuestros cristianos de Kandhamal fueron atacados por el horno ardiente de la violencia sectaria. Fue un holocausto terrible, que ellos afrontaron con dignidad y nobleza, con estoicismo y serenidad, sacrificando su vida y su libertad. Debemos tomar fuerzas de Nuestro Señor Jesucristo y tener fe en las palabras de Tertuliano: ‘La sangre de los mártires es simiente de nuevos cristianos’”.