Los acuerdos bilaterales de junio entre Beijing y Biskhek abrieron las puertas al expansionismo chino en Kirguizistán. El 77% de los obreros en el país son chinos.
Bishkek (AsiaNews)- La agencia de prensa kirguiza para la gestión de la inmigración, comunicó el 8 de diciembre pasado que cerca del 77% de los obreros del país está constituido por ciudadanos chinos. El número aumenta en modo constante desde junio, cuando Beijing y Bishkek han concordado confiar 40 fábricas kirguizas-algunas de ellas en riesgo de quiebra- a los chinos para industrializar al país.
Según los acuerdos, el 80% de los obreros en las fábricas chinas debe ser de nacionalidad kirguiza y el techo máximo de trabajadores extranjeros en el país es de 13500 por año.
Si bien la embajada china en Bishkek afirme que en el país haya sólo 20 mil trabajadores chinos empleados en desarrollar trabajos de varios géneros, el ex ministro para la juventud, trabajo y migración sostiene que el número real esté alrededor de los 50 mil. Erkin EI, una de las empresas que el número de migrantes ilegales chinos residentes en Kirguizistán sean uno 300 mil.
En los últimos meses China adquirió una gran cantidad de reservas de Kirguizistán como petróleo, carbón, metales preciosos y gas natural. Esto es vivido en modo negativo por los habitantes que ven en estos acuerdos bilaterales como una legitimación del expansionismo chino.
Con una población de 5,5 millones de habitantes, Kirguizistán está enfrentando una crisis ocupacional. Son casi unos 500 mil de kirguizos que desalentados por la desocupación y por los bajos salarios impuestos por las gestiones, desarrollan trabajos estacionales en Rusia o Kazajistán.