Madagascar, ciudadanos organizan revueltas contra las empresa chinas que colonizan el país

La polémica gira en torno a una concesión a una empresa minera por un plazo de varias décadas. En los últimos años, Beijing ha invertido más de 740 millones de dólares en Madagascar, construyendo empresas y sociedades. La influencia china ha promovido un sentimiento de intolerancia en los ciudadanos malgaches.  


Antananarivo (AsiaNews) – La presencia de empresas chinas en Madagascar, cada vez más masiva, y que incluye al gigante del sector minero, Jiuxing, ha causado una serie de revueltas difundida por parte de ciudadanos, en una escalada de tensión y descontento. Detrás de las manifestaciones está el proyecto de extracción del oro del subsuelo por parte de los chinos durante los próximos 40 años; según la población local, esta actividad afectaría a la agricultura.

Todos los jueves, en Soamahamanina, – un pequeño pueblo situado en el centro de la isla- se desarrollan protestas. Y cada vez más, los chinos son vistos como una presencia hostil

“Madagascar pertenece a los malgaches –afirma un estudiante-, no a los chinos, ni a los extranjeros. Cuarenta años de explotación del subsuelo quiere decir vender el país”. Gran parte de la población ha asumido esta posición, no obstante algunos cultivadores hayan aceptado el dinero de los chinos a cambio de tierras, para luego ser señalados con amargura.

Ya ocurrió -en el año 2011- que las fuerzas del orden tuvieron que intervenir en los barrios chinos de la capital para evitar una revuelta. De todos modos, la sociedad china, al ser cuestionada por los malgaches, finalmente tuvo que retirarse.  

La vocera de la Jiuxing Stella Adriamamonjy afirmó que “la sociedad tiene derecho a permanecer, pero ha preferido retirarse para calmar las aguas. Esperamos poder regresar sobre nuevas bases y remediar los errores del pasado”. Hoy, China es el mayor socio comercial de Madagascar. En el país, se encuentran presentes más de 800 empresas y cerca de 60.000 ciudadanos chinos. Hasta ahora, Beijing ha invertido más de 740 millones de dólares estadounidenses en Madagascar, pero, a pesar de esto, más del 90% de la población vive por debajo de la línea de pobreza.