Iglesia clandestina sobre la Novena Asamblea: los católicos usados como peones e instrumentos de las tácticas políticas
de Elizabeth Li

La Asamblea terminada ayer tenía como finalidad  “dividir a la Iglesia en China”. Para un  anciano sacerdote, “la posición del Papa Francisco es ambigua y vaga”. Hacer entrar a los obispos clandestinos en la Conferencia episcopal china, garantizaba su mayoría. Los “optimistas” hacia el gobierno chino son “ingenuos” o “ambiciosos”.


Beijing (AsiaNews)- “En todas las Asambleas, hasta esta última, la Novena, hemos visto que los participantes católicos fueron usados como los peones en ajedrez y como instrumentos del Frente Unido para sus tácticas políticas”: es el juicio de Simón, un líder católico laico de la Iglesia subterránea a propósito de la Novena Asamblea de los católicos chinos terminada ayer “tienen como finalidad dividir a la Iglesia católica en China”. De todos modos, agrega, “la fe de los católicos en la jerarquía de la Madre Iglesia no será sacudida y las divisiones en la Iglesia de China no debilitarán la lealtad de los fieles en China. Estas divisiones no logaron ningún resultado positivo de parte de las autoridades chinas. La enseñanza de la Iglesia católica es clara y precisa”.

La de Simón es una de las reacciones, todas negativas, llegadas a AsiaNews por parte de los miembros de las comunidades no oficiales a propósito de la Asamblea en la cual habrían participado -según las cifras oficiales- 59 obispos oficiales, entre aquellos aprobados por la Santa Sede y los ilícitos. La Asamblea, según la enseñanza de Benedicto XVI, reafirmado por el Papa Francisco, es “incompatible con la doctrina católica”.

En la precedente edición, en diciembre de 2010, el Vaticano había pedido a los obispos que “se evitasen gestos… que contradicen la comunión con el Papa”. Esta vez, quizás por las esperanzas de diálogo entre China y Vaticano, la Santa Sede, si bien reafirmó su “conocida” posición en lo que se refiere a ella, no dio ninguna indicación a los obispos de participar o no.

Un anciano sacerdote dijo que “está contrariado por el hecho que la Santa Sede haya permitido a los católicos chinos participar en la Novena Asamblea”. Para él, “la posición del Papa Francisco es ambigua y vaga”, a diferencia de su predecesor Benedicto XVI. El Papa Bergoglio, agregó, “hizo concesiones sin límite” y esto “hiere a la comunidad clandestina”.

El p. Thomas, de China del sur, admite que “por el momento no está claro qué podría suceder a la comunidad clandestima”.

Desde cuando reiniciaron en modo regular los así llamados: “diálogos entre China y el Vaticano”, la Iglesia clandestina se siente excluida y “olvidada” porque muchos gestos hechos por la Santa Sede parecen avalar la pertenencia a la Asociación patriótica y penalizan a las comunidades clandestinas. Según el p. John, el 2017 será un año “inusual porque traerá cambios después de la Novena Asamblea”. Él subraya que “la Santa Sede debería aprobar más obispos para la Iglesia clandestina” y permitir “la guía de la Iglesia a aquellos que lo saben hacer con valentía y en la verdad”. Él dice que la futura conferencia episcopal china deber{ia   incluir a los obispos clandestinos y que “los obispos clandestinos deberían ser la mayoría”.

Otro sacerdote, que sirve a la Iglesia oficial, afirma que “aquellos que son optimistas hacia el gobierno chino son o demasiado ingenuos o tiene ambiciones de poder en la cabeza”.