Marcha contra el gobierno en defensa de los parlamentarios localistas. Beijing hace una advertencia con respecto a la “subversión”

Sólo 9.000 personas participaron en ella. Fueron recaudados 1,43 millones de dólares de Hong Kong para pagar las costas legales de los parlamentarios a favor de la democracia  y en peligro de expulsión. El representante de China pone límites al movimiento democrático. 


Hong Kong (AsiaNews) – Unas 9.000 personas participaron ayer de la tradicional marcha del primer día del año, por las calles del centro, protestando contra el gobierno, que busca poner en dificultades a los cuatro parlamentario “localistas”, cuyo juramento no quiso adecuarse a las normas del territorio.

Nathan Law Kwun-chung, Edward Yiu Chung-yim, Lau Siu-lai  y Leung Kwok-hung, apodado “Long Hair” (“cabello largo”, por su aspecto) ganaron las elecciones para el LEGCO (el parlamento de Hong Kong), formando parte de los electos del grupo pro-democrático, pero al jurar –al inicio del mandato- no utilizaron la fórmula establecida, sino expresiones en defensa de Hong Kong y contra la hegemonía de China.

El gobierno, por sugerencia de Beijing, está tratando de descalificarlos y eliminarlos del Parlamento, donde los demócratas tienen casi la mitad de los escaños.

En las manifestaciones de ayer se recaudaron fondos para pagar las costas legales de los cuatro legisladores. Ayer se recaudaron 1,433 millones de dólares de Hong Kong (cerca de 175.000 euros).

Según los organizadores de la marcha, el Civil Human Rights Front, la magra participación de este año se debe al hecho de que, algunas semanas atrás, el jefe del Ejecutivo Hong Kong, Leung Chun-ying, anunció que no habría de presentarse para un nuevo mandato en las elecciones para gobernador, programadas para el mes de marzo.

Leung Chun-ying figura entre los más incansables opositores al movimiento democrático, en estrecha conexión con el control que Beijing quiere ejercer en el territorio.  

A propósito de esto, precisamente ayer, Zhang Xiaoming, director de la Oficina para las relaciones entre Hong Kong y China (una especie de embajada de Beijing en Hong Kong), precisó cuáles deben ser los límites dentro de los cuales la población del territorio debe trabajar para su propia libertad. Él dijo que en los últimos 20 años, el proyecto “una nación, dos sistemas” ha funcionado con éxito, pero es importante no hacer crecer el separatismo radical, que busca que Hong Kong sea independiente de China.

Per Zhang, es necesario no pasar por alto tres límites: no ha de debilitarse la seguridad nacional; no han de desafiarse las autoridades del gobierno central; el territorio no debe ser usado como una base para las infiltraciones que buscan subvertir el orden del país.