Papa: “A mí me gusta pensar que la primera predicación de Jesús en el pesebre ha sido un llanto, la primera”

Francisco bautizó a 28 niños. “La fe que les será dada en el Bautismo significa la vida de fe, porque la fe debe ser vivida, caminar por el camino de la fe y dar testimonio de la fe”.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “A mí me gusta pensar que la primera predicación de Jesús en el pesebre ha sido un llanto, la primera”. El Papa comentó de esta manera “el concierto”, como llamó al llanto de algunos de los 28 niños -13 niñas y 15 varones- bautizados esta mañana en la Capilla Sixtina.  

“El concierto" -fueron las palabras de Francisco-  ha comenzado "porque los niños se encuentran en un lugar que no conocen, los han levantado antes de lo habitual, empieza uno… da la nota, y los otros imitan… sencillamente porque ha llorado el otro". "Jesús – siguió diciendo en una homilía totalmente improvisada-  también hizo lo mismo, a mí me gusta pensar que la primera predicación de Jesús en el pesebre ha sido un llanto, la primera".  

Dirigiéndose entonces a los padres, padrinos y madrinas, “ustedes –prosiguió- han pedido para sus hijos la fe, que les será dada en el bautismo. La fe, esto significa vida de fe, porque la fe debe ser vivida, y caminar por el camino de la fe y dar testimonio de la fe. La fe no es recitar el Credo los domingos en la misa, no es solamente esto. La fe es creer en lo que es la verdad: en Dios Padre que ha enviado a su Hijo y el Espíritu que nos vivifica”. Pero la fe “también es confiar en Dios y esto es lo que ustedes tienen que enseñar a sus hijos con el ejemplo y con la vida. La fe es luz. En la ceremonia del Bautismo les será dada una vela encendida, como en los primeros días de la Iglesia. En aquel tiempo al bautismo se lo llamaba ‘la iluminación’ porque la fe ilumina el corazón, hacer ver las cosas con otra luz”.

Y los padres tienen “la tarea de hacer que crezca, de custodiarla” y de hacer que se convierta en “testimonio para todos los demás”. “Éste es el sentido de esta celebración” concluyó Francisco,  “no lo olviden: han pedido la fe, a ustedes se les da la tarea de hacer que ella crezca, y de que sea un testimonio para todos nosotros. Para todos nosotros. Incluso para nosotros los sacerdotes, curas, obispos”.

Durante la Misa, por último, también se rezó por los niños que sufren, para que “el Señor siempre suscite hombres y mujeres capaces de inclinarse hacia ellos con caridad incansable”.