“Todos” los grupos rebeldes estarán presentes en Astaná para los coloquios de paz sobre Siria

El encuentro se ha fijado en la capital de Kazajistán, con la mediación de Rusia y Turquía. Líder rebelde: participamos para poner fin a los “crímenes” del gobierno sirio. Assad se muestra “optimista” en vista de la reunión. Lavrov: es esencial “consolidar” el cese del fuego e involucrar a los líderes de los opositores “en el proceso político”. 


Astaná (AsiaNews/Agencias) – Los grupos rebeldes sirios han confirmado su presencia en los  coloquios de paz  programados en Astaná, capital de Kazajistán, para el 23 de enero próximo.  Mohammed Alloush, líder del Jaysh al-Islam, subraya que estará al frente de la delegación y que tratará de poner fin a los “crímenes” cometidos por el gobierno sirio y sus aliados. En el encuentro, que contará con la mediación de Rusia y Turquía, “estarán presentes todos los grupos”, agrega el líder rebelde, una de las personalidades más destacadas dentro de la variopinta galaxia de los grupos opositores.

Ahmad al-Othman, de la facción Sultan Murad, confirma cuanto fuera anticipado por Alloush, subrayando que “todos los grupos rebeldes han decidido ir a los coloquios”. “Astaná es un proceso fundamental para poner fin al baño de sangre” –retoma el líder de Jaysh al-Islam. Anteriormente, él participó en los encuentros de Ginebra patrocinados por la ONU, que luego fueron abandonados por considerarlos “una pérdida de tiempo”, a causa de la intransigencia de la delegación de Damasco.  

Un representante del Free Syrian Army, que reúne a numerosos grupos que luchan contra el presidente Bashar al-Assad, refiere que el primer punto en la orden del día de Astaná será “la cuestión referida al cese del fuego y las violaciones cometidas por el régimen”. En el frente del gobierno, Assad habría manifestado “optimismo” en vista del encuentro y estaría “dispuesto a una reconciliación  [con los rebeldes] bajo la condición de que ellos depongan las armas”.

Los coloquios de paz de Astaná –favorecidos por Moscú y Ankara, que asimismo han obtenido la proclamación de una “frágil” tregua nacional en Siria, la cual rige desde la medianoche del 30 de diciembre – se inaugurarán el 23 de enero, mientras en Siria siguen los focos de tensión. La atención se concentra principalmente en Wadi Barada, la región al noroeste de Damasco, que conforma el centro de una ácida disputa, sobre todo por ser un área estratégica para el reaprovisionamiento hídrico de la capital.

Fuentes locales refieren que el 15 de enero, en la zona murieron cuando menos nueve personas a raíz de un bombardeo efectuado por el ejército leal al gobierno. Y es precisamente la ofensiva sobre Wasi Barada uno de los motivos que ha empujado a los grupos opositores a amenazar con boicotear los encuentros de Astaná de la semana que viene, sobre los cuales aún pesa, además, la incertidumbre sobre la presencia americana.

El principal objetivo de los coloquios de paz en la capital de Kazajistán es la ampliación a escala nacional de la tregua suscripta el 30 de diciembre pasado, de la cual han sido excluidos los grupos yihadistas, como es el caso del Estado islámico y el ex Frente de al Nusra. Quien lo confirma es el mismísimo ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, para quien es esencial “consolidar el cese del fuego” antes de emprender discusiones o tratativas en el plano político. Para el jede de la diplomacia del Kremlin, la cita en Astaná será además una “oportunidad” para involucrar a los altos mandos de los grupos rebeldes “en el proceso político” y así poner un punto final al baño de sangre.

El conflicto sirio, que estalló en marzo de 2011 -inicialmente como una protesta pública contra el gobierno y contra el presidente Assad- con el tiempo se ha transformado en una guerra regional con infiltraciones yihadistas; a casi seis años de haberse iniciado el conflicto, ya se han registrado más de 300.000 muertos y 11 millones de desplazados, dando vida a la emergencia humanitaria más grave de la que se tenga memoria desde la Segunda Guerra Mundial.