Card. Gracias: la Iglesia de Asia, dolorida por las víctimas de Quebec City
de Nirmala Carvalho

El arzobispo de Bombay ruega por las seis víctimas y los familiares. Expresa un profundo dolor en nombre de toda la Iglesia católica. Recuerda que en el año 2008, Quebec hospedó el 49mo Congreso Eucarístico internacional, y que las calles estaban colmadas de alegría. “hoy, en cambio, la ciudad está de luto”. Las religiones conducen a la paz.  


Bombay (AsiaNews) – La Iglesia en Asia “está profundamente dolorida por el inhumano homicidio de personas en el centro cultural islámico” de Quebec City. Es lo que dice a AsiaNews el card. Oswald Gracias, arzobispo de Bombay y presidente de las Conferencias episcopales asiáticas (FABC), al comentar el atentado de ayer en Canadá. Según el purpurado, “es horrible y cruel que vidas inocentes sean tomadas en un lugar sagrado como es la mezquita. Esto es un acto inhumano, y sin sentido, que no tiene ninguna justificación”.

Siguiendo el ejemplo del Papa Francisco, que ayer expresó su condena del ataque en forma dura , el card. Gracias garantiza “oraciones en nombre de toda la Iglesia de Asia, para que lo ocurrido ayer no conduzca a ulteriores episodios de violencia, odio y división”.

Según las últimas averiguaciones, el atentado de ayer habría sido perpetrado por Alexandre Bissonnette, un joven franco-canadiense de 27 años de edad. Las motivaciones para llevar adelante el gesto, que provocó seis víctimas y varios heridos, aún siguen siendo desconocidas, y el hombre parece haber actuado solo, no obstante en un primer momento la policía había detenido a otro individuo.

El arzobispo de Bombay recuerda que en el año 2008 la región canadiense de Quebec hospedó el 49mo Congreso Eucarístico Internacional, que atrajo a más de 12.000 peregrinos provenientes de más de 70 países. Él cuenta que en dicha ocasión la ciudad se llenó de gente festejando, que marchó por las calles en una procesión que duró tres horas, acompañada por cantos, música y por el rezo del Rosario. “Fue un ejemplo poderoso de unidad, de belleza y amor –dice-, mientras que hoy la ciudad está de luto. La Iglesia en Asia también llora por las víctimas y ruega por aquellos que murieron y por sus familias. Que Dios pueda darles consolación”.

El cardenal está convencido de que “la oración y el diálogo deben ser el centro de todo, cuando queremos construir la paz en la sociedad”. Además, subraya que “no ha de ser subestimado el rol de la religión a la hora de contribuir a la paz y a la armonía en la sociedad moderna. Este es el motivo por el cual el mundo tiene una gran necesidad de que las religiones trabajen juntas para eliminar las causas sociales y culturales que generan el terrorismo. Así se despejan las nubes de la sospecha y los temores, y sopla un golpe de aire fresco para acoger a los otros credos”.