Duterte interrumpe los negociados con los rebeldes maoístas

Los rebeldes maoístas interrumpen el cese del fuego. El presidente filipino declara: “Listos para una larga guerra”. El comentario del p. Peter Geremia, misionero del Pime: “Esperemos que este sea solamente una ocurrencia sobre el camino hacia un acuerdo de paz”.


Manila (AsiaNews)- El presidente filipino, Rodrigo Duterte decidió abandonar los negociados con los rebeldes del New People’s Army para poner el sangriento conflicto que dura ya desde de hace decenios. La población de Mindanao teme el reinicio de las hostilidades y el misionero el p. Peter Geremia se augura: “Esperemos que esta sea sólo una fase y que venga pronto superada”.

La decisión presidencial fue tomada el sábado 4 de febrero, después de que tres días antes el grupo paramilitar comunista había comunicado la intención de interrumpir, a partir de las 11.59 p.m del viernes 10 de febrero, la tregua que ambas partes habían decretado en manera unilateral al margen de los encuentros de paz de Oslo.

Los rebeldes acusan a Duterte de no haber respetado “la obligación” del gobierno de liberar a todos los prisioneros políticos antes de octubre. También han declarado que el gobierno de Manila se aventajó traicionando el cese del fuego para invadir territorios que los rebeldes parte de su esfera de influencia.

El anuncio llega después de un enfrentamiento a fuego que el mes pasado que provocó la muerte de ocho soldados filipinos y un rebelde.

Duterte, que después de su toma de posición a fines de junio había liberado a algunos jefes de los rebeldes para reiniciar los negociados de paz, reaccionó con rabia al comunicado de los maoístas y se dijo listo para combatir por un largo tiempo.

“Dije a los soldados que se preparen para una larga guerra. Dije que (la paz) no se verá su final durante nuestra generación”, declaró el presidente a la prensa el sábado por la noche.

Luego él agregó que los negociadores del gobierno han recibido la orden de “doblar las tiendas y volver a casa”. “No me interesa más hablar con ellos. Ahora me niego a hablar”, afirmó el presidente.

“Estamos combatiendo desde hace 50 años. Si se quiere reiniciar por otros 50, no es un problema, estaremos contentos de satisfacerlos”, la advertencia de Rodrigo Duterte a los rebeldes.

Esta nueva escalada entre el gobierno y el grupo armado preocupa al pueblo filipino, asustado por la idea de ver continuar el viejo y sangriento conflicto. El p. Peter Geremia, misionero del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (PIME) en Mindanao, comentó las declaraciones del presidente filipino y el posible reinicio del conflicto.

Es una noticia que se sorprende y que da un sentido de miedo a tantos jóvenes. Lamentablemente los negociados por la paz no han resuelto los problemas entre los grupos combatientes. Esperemos que esta sea sólo una ocurrencia de frenado del camino hacia un acuerdo de paz. En algunas zonas ya existieron algunos incidentes y los civiles están un poco preocupados”, dijo el sacerdote.

“El presidente-agregó- hizo tantas declaraciones que luego retractó. No me sorprendería se también esta fuese una de aquellas. Esperemos que esta sea sólo una fase y que venga pronto superada”.