Un Vía Crucis de 400 km, para fortalecer la fe y la unidad entre los jóvenes católicos de la India (VIDEO)
de Nirmala Carvalho

Es el tramo que separa al Monte de María en Bandra del santuario de Haregaon. Una peregrinación a la cual han adherido 40 jóvenes de las áreas rurales de  Ahmednagar. P. Kadam: el camino refuerza el itinerario de formación de la fe. Son personas pobres que luchan cada día para sobrevivir. Para participar en la peregrinación han hecho “enormes sacrificios, tanto en tiempo como en dinero”. 


Delhi (AsiaNews) - Un Vía Crucis, rigurosamente a pie, que cubre una distancia de aproximadamente 400 km, que es la distancia que separa al monte de María en Bandra de Haregaon. Una peregrinación organizada en este periodo de Cuaresma, a la cual han adherido cerca de 40 jóvenes católicos indios para renovar –como recita el lema de la iniciativa- la llamada a una “conversión espiritual” y “a compartir la Buena Noticia de Cristo”.

La peregrinación, que ha llegado a su sexta edición, cumple un largo camino que comprende 14 etapas, como las estaciones del Vía Crucis; el escenario del camino son las áreas rurales y remotas de la diócesis de Nashik. Al evento se han sumado, en su mayoría, jóvenes del distrito de Ahmednagar que provienen de familias de agricultores, con el objetivo de fortalecer los lazos de unidad e incrementar la “devoción” a la Virgen en una óptica “de paz”.  

El camino se inició esta mañana a las 5, con una misa en la basílica del monte de María en Bandra, cabecera del distrito del Gran Bombay (la zona suburbana de Bombay, en Maharashtra); el mismo se concluirá el 4 de abril, con una celebración eucarística en el templo mariano de Haregaon Nashik (distrito de Ahmednagar).

Quien guía la peregrinación y a quien se lo llama “Dhoje Yatra Via Crucis” [Dhoje en lengua marathi significa “bandera”] es el padre Satish Kadam, director del comité para la Pastoral Juvenil de la diócesis de Nashik. El nombre deriva del hecho de que, a lo largo de todo el camino, un joven que se encuentra en la cabecera, llevará una bandera, mientras los demás lo siguen entonando cantos devocionales, rezando el Rosario y otras plegarias.  Una camioneta sigue a los peregrinos, a bordo de la cual se cargan los trajes y vestidos necesarios para recrear la pasión de Cristo, que ha sido readaptada en lengua local  marathi. Otra particularidad es el hecho de que el joven que –a su turno- lleva la bandera cumple un tramo del recorrido.

 

Al ser entrevistado por AsiaNews, el padre Kadam subraya que “la mayor parte de los jóvenes son católicos de segunda generación, de una edad comprendida entre los 16 y los 25 años”. En la diócesis, agrega, hay “muchos desafíos a nivel pastoral” que afrontar, y la peregrinación es una de las iniciativas promovidas para fortalecer la participación en la vida de la Iglesia y la unidad entre los jóvenes. Este camino, prosigue el sacerdote, “refuerza el itinerario de formación de la fe” y también es un modo de promover “la evangelización en la calle”, cumpliendo el Vía Crucis “en las áreas agrícolas más remotas”. “La mayor parte de estas personas –sigue contando el padre Kadam- son pobres, y luchan cada día para ganarse la vida. Debemos ser creativos en nuestro trabajo pastoral. Para participar en esta peregrinación los jóvenes han hecho enormes sacrificios, tanto en tiempo como en dinero”. Debemos estar al lado de las personas, agrega, aunque viajar a las zonas más aisladas sea cansador y costoso. “Nuestro trabajo está orientado a lo social –subraya- y si bien los recursos son limitados, estos jóvenes desean dedicar parte de su tiempo al servicio a la comunidad”.