El saldo es de 43 muertos y 114 heridos, producto de dos ataques. En Tanta, los fieles quieren sepultar a los muertos en la cripta de la iglesia. Daesh reivindica los atentados. Los Hermanos Musulmanes son cómplices. El presidente Al-Sissi declara el estado de emergencia por tres meses.
El Cairo (AsiaNews) – Dos ataques, perpetrados por separado, han sembrado muerte y desesperación en la comunidad copta de Egipto. El primer ataque fue efectuado en la iglesia de Mar Guirguis, en Tanta. La segunda explosión ocurrió en la iglesia de San Marcos en Alejandría, mientras el patriarca copto Teodoro II estaba celebrando la misa del Domingo de Ramos. A 24 horas de los hechos, surgen con mayor precisión los detalles de las tragedias.
Iglesia de Mar Guirguis en Tanta – En medio de la misa
Algunas horas después de la explosión que azotó la iglesia de Mar Guirguis y que provocó una trentena de muertos, los testigos comienzan a hablar y, poco a poco, surgen detalles de la tragedia.
09:10. Una mujer se desmaya a la derecha del altar, del lado de las mujeres. Dos sacerdotes se inclinan para ayudarla.
En tanto, un joven de aproximadamente 20 años, que lleva una gorra y una chaqueta a pesar del calor, entra a la iglesia y se dirige directamente a la primera fila, cerca del gran sillón de madera del obispo. Mientras el grupo de diáconos, ubicados fuera del altar y a la izquierda del mismo, cantaba, el joven activa su cinturón explosivo. Y todo estalla por los aires.
Las primeras víctimas son los diáconos y los fieles ubicados en las primeras filas. El saldo es de 30 muertos y 78 heridos.
El ministro de Interior removió de sus cargos al Gral. Hossameddin Khalifa, director de seguridad, y a diversos funcionarios de policía de la gobernación de Gharbiya, donde se encuentra la ciudad de Tanta. Diez días antes, y en este mismo lugar, los expertos habían desmantelado una bomba cuyo blanco era la misma iglesia. El ministro acudirá hoy al parlamento para presentar su versión de los hechos.
Por último, se están efectuando obras para la construcción de una treintena de tumbas destinadas a sepultar a los muertos en la cripta de la iglesia. “Queremos sepultarlos allí donde murieron”, han decidido los responsables de la iglesia, con la aprobación del Amba Paula, obispo de la diócesis.
Iglesia de San Marcos, en Alejandría – La conclusión de la misa salva al papa Teodoro
Una historia un poco distinta de la primera, pero con un número de víctimas igualmente tremendo.
La iglesia posee una verja electrónica con un sistema de detector de metales. La seguridad ubicada en la puerta de ingreso está en alerta, porque es el mismo papa Teodoro quien preside la misma. Un hombre se presenta en la verja de la iglesia para ingresar. El oficial le pide que pase a través de la verja electrónica, ubicada a dos metros de distancia. El hombre trata de pasar. La puerta silba. Se detiene, da un paso atrás y activa el cinturón de explosivos. Arrastra consigo a la muerte a 17 personas, entre ellas, a varios agentes de la policía, mientras que 41 personas resultan heridas.
Daesh reivindica los atentados. Por la noche, Al-Sissi se dirige a los egipcios
Por su parte, la agencia Aamaq, el órgano de prensa oficial del Estado islámico (Daesh), ha reivindicado las dos explosiones de ayer. Al mismo tiempo, los observadores señalan que los Hermanos Musulmanes también están involucrados en calidad de cómplices.
Después del atentado, el presidente Al-Sissi presentó sus condolencias al Papa Teodoro en un llamado telefónico, y decretó tres días de luto nacional, a la vez que dio la orden de desplegar diversas unidades del ejército a fin de ayudar a la policía a proteger las iglesias en esta semana de celebraciones. El presidente estuvo presente en la reunión del Consejo de defensa nacional, que fue convocado a una reunión de urgencia en horas de la noche, y declaró el estado de emergencia nacional para los próximos tres meses.
Testimonios de la sangre derramada
Daniel, uno de los pastores de la iglesia Mar Guirguis en Tanta, vela el cuerpo de su hijo, diácono en esa misma iglesia. Permanece en silencio, y su túnica blanca está llena de manchas de sangre.
Internauta anónimo
Todo cristiano algún día habrá de ser víctima del terrorismo o de la violencia, o bien testigo.
Rezk Helmy Kelnton
He visto manchas de sangre en el techo de la iglesia, a 30 metros de altura. Y he visto a un hombre con el intestino salido de su cuerpo. Las palmas de manos y los pies estaban esparcidos por doquier.
Isaac, presentador de la CTV
Total de víctimas de los dos atentados: 43 muertos y 114 heridos.
Vocero del Ministerio de Salud, a las 19:35 horas
Me vine corriendo desde otro barrio, en busca de mi hija. Ella decidió participar en la misa del Domingo de Ramos en la iglesia de San Marcos. Cuando oí el estruendo de la explosión, enloquecí de la preocupación.
Magdalena, ama de casa
He visto una luz azul en la cintura de una personas que se encontraba junto a los diáconos, luego vino la explosión. Además de las víctimas, ésta provocó el desvanecimiento de un gran número de fieles.
Adel Kamel Morcos, jubilado