La iniciativa para el Domingo de Ramos es del Vishwa Jyoti Comunicaciones, el centro de información de la Indian Missionary Society. Los misioneros han reunido militantes de todas las religiones. Con la instalación del nuevo gobierno nacionalista, se ha bloqueado el trabajo de limpieza del agua.
Varanasi (AsiaNews) - En Varanasi, en Uttar Pradesh, toda la comunidad cristiana celebra el Domingo de Ramos. Pero en lugar de las clásicas ramas de palma, los cristianos han llevadp plantas de jacinto, tomadas de dos principales afluentes del Ganges que bañan la ciudad santa de la religión hindú. En vista de las celebraciones, el Vishwa Jyoti Comunicaciones, el centro de información de la Indian Missionary Society, reunió a activistas de todas las religiones. Se comprometieron a limpiar el lago Kandwa con jacintos que crecen, y que impiden el flujo normal de los ríos Varuna y Asi, los dos ríos que dan nombre a la ciudad.
Las aguas de ambos ríos se han agotado y contaminado con las malas hierbas, así como varios residuos. Por esto el p. Anand ims y el p. Praveen Joshi ims dio vida a un grupo de personas atentas al cuidado del medio ambiente y del territorio que organizó una campaña especial de "rejuvenecimiento" de los ríos.
El objetivo de los organizadores, refieren los dos sacerdotes a AsiaNews "es atraer la atención del público sobre las condiciones deplorables de estos cursos de agua." Gracias a la persuasión continua por Vishwa Jyoti Comunicaciones, en los últimos años los gobiernos de los Estados han adoptado alguna medida para la protección del agua y sus pueblos que habitan en las orillas.
Pero ahora, con el cambio de la administración del Estado [pasó a manos del Bjp (Bharatiya Janata Party, nacionalistas hindúes) en las recientes elecciones de mitad de marzo – ndr], su trabajo ha sido sometido a un abrupto fin. Los sacerdotes informan que los activistas - bajo el lema "Sajha Sanskriti Manch" (Foro unido por la Diversidad Cultural) - han decidido llevar a cabo el trabajo de purificación de los ríos, a pesar de las amenazas que reciben. La campaña de limpieza, concluyen los sacerdotes, "se enfrenta a la oposición de las castas superiores, que han inundado las orillas de los ríos y construido grandes villas de manera ilegal".