Papa: Comenzar a resucitar afirmando el valor de la vida

En el Regina Caeli, Francisco invita a todos los fieles "actuar rápido' y a 'ir' a anunciar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo", el "mensaje de esperanza" del Señor resucitado. "Brindar gestos de solidaridad y hospitalidad, alimentar el deseo universal de la paz y la aspiración a un medio ambiente libre de degradación"  Que la Virgen María "interceda de modo particular por las comunidades cristianas perseguidas y oprimidas, que están llamadas a un testimonio más difícil y valiente".


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Afirmar "el valor de la vida... es que ya empezar a resucitar": lo dijo el Papa Francisco a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro para el rezo del Regina Caeli, la oración mariana que sustituye al Ángelus durante el período de Pascua.

"Seremos hombres y mujeres de la resurrección - añadió - si en medio de las vicisitudes que atormentan al mundo, en la mundanidad que nos aleja de Dios, sabremos brindar gestos de solidaridad y de acogida, alimentar el anhelo universal de la paz y la aspiración a un ambiente libre de degradación. Se trata de Signos comunes y humanos que, sostenidos y animados por la fe en el Señor Resucitado, pueden adquirir una eficacia muy superior a nuestras capacidades. Sí, porque Cristo está vivo y obra en la historia por medio de su Santo Espíritu: rescata nuestras miserias, alcanza cada corazón humano y vuelve a donar esperanza a cualquiera que esté oprimido y en el sufrimiento".

Antes, refiriéndose al Evangelio de hoy, que habla de la invitación del ángel a las mujeres en el sepulcro ( "id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de entre los muertos', Mt 28,7), Francisco subrayó: "sentimos que también está dirigida a nosotros la invitación a 'actuar pronto' e 'ir' a anunciar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo el mensaje de esperanza. Desde cuando al alba del tercer día, Jesús Crucificado resucitó, la última palabra ya no es más la muerte, sino la vida".

"Que la Virgen María - concluyó - un testigo silencioso de la muerte y resurrección de su Hijo Jesús, nos ayude a ser signos límpidos de Cristo resucitado entre los acontecimientos del mundo, para que cuantos están atravesando la tribulación y las dificultades no permanezcan víctimas del pesimismo, sino que encuentren en nosotros muchos hermanos y hermanas que les ofrecen su apoyo y consuelo. Nuestra Madre nos ayude a creer firmemente en la resurrección de Jesús, maravilloso misterio de la salvación, y en su capacidad de transformar los corazones y la vida. Y que interceda de modo particular por las comunidades cristianas perseguidas y oprimidas, que están llamadas a un testimonio más difícil y valiente".

Después de rezar el Regina Caeli, en medio de saludos, reiteró: "Aprovechen toda buena ocasión para ser testigos de la paz del Señor resucitado".