Jesuita indio: el Papa en Egipto hará historia. Una visita para la paz

El p. Bimal Kerketta vive en Egipto desde hace 14 años. El Papa Francisco es un “hombre de paz, que resistió al terror y al extremismo con gran valentía y sabiduría”. “El pueblo egipcio lo ama porque a pesar de los atentados a las dos iglesias coptas, no ha anulado su viaje pastoral”


Minya (AsiaNews)- El Papa en Egipto “hará historia”; su visita tiene un significado especial porque quiere “reforzar la cultura de la paz y de la coexistencia entre los seguidores de las dos grandes religiones, musulmanes y cristianos”; el encuentro con el patriarca copto ortodoxo asume una valencia particular desde el momento que “los dos grandes líderes religiosos tendrán un coloquio individual” y enfrentarán el tema del diálogo ecuménico. Lo afirma a AsiaNews, el p. Bimal Kerketta, jesuita indio residente desde hace 14 años en Minya, en Egipto y dirige la escuela media local francesa de los padres jesuitas. Él habla de las expectativas que están acompañando el viaje apostólico que el Papa Francisco efectuará en el país nord-africano los próximos 28 y 29 de abril. Como ya delineado por Francisco en un reciente video-mensaje suyo al pueblo egipcio, el p. Kerketta evidencia que la del pontífice será una “visita de paz”.

El jesuita declara que el Papa es un “hombre de paz”. “Él resistió al terror y al extremismo con gran valentía y sabiduría y decidió llevar adelante su propio plan. He aquí por qué el pueblo egipcio lo ama, porque no obstante las amenazas y los trágicos atentados a las dos iglesias coptas ( de Tanta y Alejandría, que en el Domingo de Ramos provocaron unos 50 muertos y centenares de heridos, Ndr), él aceptó la invitación”, realizados por el presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi, por el patriarca copto ortodoxo Teodoro II u el gran imán de Al-Azhar, Muahmmad al-Tayyeb.

Según el p. Kerketta, la decisión de no anular la visita a Egipto “demuestra cuánta importancia tenga para él la paz y el pueblo (egipcio)”. De este modo, continúa, “él quiere afirmar que la violencia no es la solución y va detenida”. El mismo sentimiento, declara es compartido también por las “personas comunes, que hoy quieren que el país prevalezca la paz”.

Egipto es la cuna “de una antigua cultura, de tradiciones culturales y bíblicas antiguas”. “Hoy en cambio es un país islámico de mayoría sunita, donde los cristianos representan una minoría”. En Oriente Medio marcado por divisiones y conflictos, “las personas buscan la paz. Quieren vivir en armonía el uno con el otro”. Y es justamente este “mensaje de libertad religiosa” que las personas se esperan de la visita del pontífice.

Tapas fundamentales del viaje serán los encuentros con su santidad Teodoro II y con el gran imán de Al-Azhar. Con este último se espera que el Papa Francisco “promueva el diálogo y una cultura de coexistencia pacífica entre islam y cristianismo”. Con el patriarca copto ortodoxo, “él reforzará empuje dirigido a los líderes y a los intelectuales para recorrer el camino de una mayor comprensión recíproca”.

Al final, como jesuita, el p. Kerketta considera “que para nosotros el Papa, nuestro hermano, será de gran fuente de inspiración y de coraje en tierra de Egipto. Necesitamos la paz, no la violencia, la comprensión, el diálogo y la capacidad de escucharnos en manera recíproca prescindiendo de la religión que profesamos”. Ante todo-concluye-somos seres humanos que deben aceptarse el uno al otro, prescindiendo del ser musulmanes o cristianos”.

(Ha colaborado Nirmala Carvalho)