Moon Jae-in es el 19no presidente de Corea del Sur

El candidato demócrata ganó con el 41,1% de los votos. Promete el fin del estilo “imperial” de presidencia. Los desafíos de la desocupación y del crecimiento económico. Una política de distensión con Corea del Norte. Los augurios de los Estados Unidos, del Japón y de la China. 


Seúl (AsiaNews) – Desde las primeras horas de la mañana, el demócrata Moon Jae-in ha jurado como 19no presidente del país, prometiendo una nación más unida después de los escándalos que han sacudido a su predecesor, Park Geun-hye, y abriendo un mayor diálogo con la población y con Corea del Norte.  

Moon fue electo con el 41,1% de los votos. El conservador Hong Joon-pyo, del partito de la presidente removida, obtuvo el 23,3; el candidato de centro Ahn Cheol-soo, el 21,8%.

En la ceremonia de inauguración, ante la Asamblea nacional, él dijo que también quiere ser el presidente de aquellos que no lo han votado.

En su primer mensaje a la nación, dijo que quiere trabajar por “un nuevo mundo de unidad y de coexistencia” con “un corazón temeroso y humilde frente a la historia y al pueblo”.

Moon también ha prometido que trasladará la sede de la presidencia a Gwanghwamun, en el centro de  Seúl, para poner fin a un estilo de ejercicio del poder “imperial” y aislado. “Alguna que otra vez –agregó- llevaré a cabo amplios debates en plaza  Gwanghwamun y compartiré los poderes presidenciales lo más posible”. “De ser necesario, volaré de inmediato a  Washington – dijo -; iré a Beijing y a Tokio y en ciertas circunstancias, incluso a Pyongyang”.

Moon, de 64 años, hijo de un refugiado de Corea del Norte, católico, estuvo en prisión y es un abogado que se abocó a la defensa de los derechos humanos durante la dictadura del general  Park. También se desempeñó como estrecho colaborador del presidente democrático Roh Moo-hyun en un período (2003-2008), en el cual el país duplicó su PIB y mantuvo una política más distendida con sus vecinos del Norte.

Moon se encuentra teniendo que hacer frente a una situación social con una población frustrada por los escándalos de la corrupción, marcada por la desocupación, sobre todos juvenil, y por el freno en el crecimiento. Al mismo tiempo, él quiere restablecer la denominada política del “Sol resplandeciente”, actuada por el presidente democrático Kim Dae Jung, de colaboración económica y de relaciones con Corea del Norte.  

Durante la campaña electoral, él ha criticado la actitud belicosa de los Estados Unidos, y ha dicho que quiere volver a discutir la instalación del sistema anti-misiles THAAD, dispositivo que ha sido ferozmente criticado por Pyongyang y por Cina.

 

Entre las primeras congratulaciones por su triunfo en las elecciones, estuvieron las del vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, que presentó su deseo de continuar “reforzando la alianza” y tender a “profundizar la amistad y colaboración”.

El premier japonés Shinzo Abe, recordando que las dos sanciones se encuentran afrontando desafíos comunes, como el “problema de Corea del Norte”, deseó que unidos, ellos puedan, “contribuir aún más a la paz y a la prosperidad de la región, trabajando juntos”.  

En un mensaje de congratulaciones, el presidente Xi Jinping dijo que él “siempre ha atribuido gran importancia a las relaciones entre China y Corea del Sur”, y que “desea trabajar con diligencia” junto a Moon, para asegurar beneficios en común a los dos países.

Hace algunos días, el periódico norcoreano Rodong Sinmun manifestó el deseo de que se diera la victoria de una persona que pudiese abrirse a una distensión entre el Norte y el Sur, dando a entender, entre líneas, justamente a Moon. Pero hasta el momento no ha publicado ninguna respuesta oficial a su triunfo en las elecciones.