Se firman acuerdos comerciales entre Beijing y Washington, luego de las amenazas pasadas
de Wang Zhicheng

Los EEUU podrán exportar gas licuado y carne bovina; podrán ingresar al mercado de tarjetas de crédito y emitir títulos de crédito a sus compañías en China, dándoles incluso la posibilidad de recibir préstamos. China podrá exportar carne de ave cocida, y los bancos chinos podrán entrar al mercado americano. “Un resultado hercúleo”. Representantes de los EEUU estarán presentes en el Fórum One belt one road, que se desarrollará en Beijing los próximos 14 y 15 de mayo. 


Beijing (AsiaNews) – China y Estados Unidos han alcanzado una serie de acuerdos que parecen factibles de reducir las posibilidades de una guerra comercial, como se había temido en el pasado, antes y después de la elección de Trump como presidente de los EEUU.

Dichos acuerdos incluye la posibilidad, para Beijing, de importar gas licuado de los EEUU, así como carne bovina y otros productos; a los EEUU le permiten ingresar en el mercado de servicios financieros chinos.

El entendimiento sigue a la promesa hecha un mes atrás en Florida, cuando Trump y Xi Jinping acordaron rever el equilibrio de la balanza comercial entre los EEUU y China, con Washington que acumula una deuda de 350 millardos de dólares.  

El secretario de comercio de los EEUU, Wilbur Ross, recibió favorablemente el acuerdo definiéndolo como un “resultado hercúleo”, plasmado en poquísimo tiempo. “Habitualmente –dijo-  los acuerdos comerciales son firmados con años de diferencia, y no con una decena de días”.

 

Entre los puntos más significativos del acuerdo se citan:

 

Antes de su elección, Trump había acusado a China de ser una “manipuladora de monedas” y de destruir muchos puestos de trabajo en los EEUU con sus exportaciones protegidas. Inmediatamente después llegó a amenazar con no reconocer el principio de “una sola China”, y con prestar su apoyo a Taiwán. La amenaza se reprodujo pocos días antes de la visita del presidente chino a su homólogo americano.

Varios analistas habían advertido la posibilidad de que se desatara una guerra comercial, lo cual perjudicaría a ambos países, aunque algunos de ellos reiteraban que, siendo que las economías de los EEUU y China ya están tan conectadas entre sí, se hacía necesario ponerse de acuerdo.  

Casi como coronación de este nuevo clima de acuerdo, los EEUU declararon que enviarán a un representante suyo al Fórum de “One belt one road (OBOR)”, que se celebrará en Beijing los días 14 y 15 de mayo próximos. El programa OBOR tiene en vista inversiones por más de 100 millardos de dólares en los países del sudeste asiático, del Asia Central e incluso en Europa, para construir una “nueva Ruta de la Seda”. Anteriormente este proyecto era visto por los EEUU como un modo de reducir su influencia en la zona Asia-Pacífico y en Europa.