Manifestaciones pro-Ahok, señales de un ‘nuevo nacionalismo’ indonesio
de Mathias Hariyadi

Manifestaciones espontáneas en Yakarta, Yogyakarta, Surakarta, Semarang, Surabaya y otras ciudades. Marchas de antorchas son la ocasión para demostrar el compromiso político por la justicia y el pluralismo. Gran simpatía de todos los partidos, prescindiendo de la religión y de la etnia. La Iglesia reafirma su compromiso por una sociedad tolerante.


Yakarta (AsiaNews)- En toda Indonesia se realizaron numerosas marchas de antorchas en apoyo a Basuki “AHok” Tjahaja Purnama, después de su condena a dos años de cárcel. Centenares de miles de indonesios han participado de una verdadera ola de protestas pacíficas para demostrar su solidaridad con el decaído gobernador cristiano de Yakarta, declarado culpable de blasfemia en un proceso que ha provocado tensiones y polémicas en el país. Se realizaron manifestaciones en Yakarta, Yogyakarta, Surakarta, Semarang, Surabaya y en las otras ciudades más importantes del archipiélago.

Las marchas de antorchas son vistas como una ocasión para la moderna sociedad civil de Indonesia de demostrar su compromiso político por la justicia y el pluralismo, resistiendo a la avanzada de los movimientos islámicos radicales.

Ahok subió al poder siendo el primer gobernador de etnia china el 19 de noviembre de 2014, ocupando el puesto dejado vacante por su predecesor Joko Widodo, elegido como presidente de la nación. Él es también el primer cristiano protestante que ocupa el rol estratégico de gobernador de Yakarta, siguiendo las huellas del católico Henk Ngantung, que fue gobernador entre 1964 y 1965.

A los ojos de sus seguidores, Basuki “Ahok” Tjahaja Purnama no es sólo un “combatiente por la democracia”, sino también un modelo de referencia para todo funcionario público al servicio de la población. En sus dos años de gobierno, realizó cambios de raíz, que han mejorado la calidad de la vida en la capital indonesia: nuevos sistemas de autobuses, limpieza de los ríos, lucha contra la corrupción, nuevas áreas verdes con zonas deportivas.

La condena de Ahok afectó a los ciudadanos profundamente. Muchos expresaron duras críticas a la sentencia, influenciada por el abrasador clima político indonesio. “Las manifestaciones pacíficas de la semana pasada se hicieron para apoyar a un funcionario del gobierno que trabajó animado por el espíritu de servicio a la gente. Sin embargo, Ahok fue políticamente y legalmente alejado a la fuerza de su gente”. Quien los afirma a AsiaNews, es Patrama, hombre de negocios de Yakarta del Norte, el cual expresa también su preocupación por las consecuencias económicas del clima que se creó en Indonesia.

Las manifestaciones espontáneas, que siguiron a la condena del ex gobernador de Yakarta, han contribuido a despertar un sentimiento de unidad en las conciencias de los miembros de la sociedad indonesia que tienen un perfil moderado. Gunawan, hombre de negocios de Denpasar, Bali, dijo a AsiaNews: “Las marchas de antorchas son un  movimiento público positivo, para demostrar nuestros sentimientos, los principios fundamentales y nuestras ideas comunes para proteger la nación. Debemos tomarnos de la mano, nosotros la buena gente indonesia de diversos cerdos políticos y religiosos y unir nuestras energías para poner el país a salvo”.

Según Tjahjono, empresario de Yakarta del Este, el caso de Ahok desencadenó un nuevo fenómeno de nacionalismo y unidad en la moderna sociedad indonesia. Él lo define como un “nuevo nacionalismo”. En el mundo, el pueblo indonesio siempre ha sido considerado como una sociedad tolerante. Sin embargo, en algunas partes del país, la tolerancia se ha reducido notablemente. “Iniciativas espontáneas como las marchas de antorchas no han suscitado angustia, sino que han generado una gran simpatía y empatía de parte de todos los partidos, prescindiendo de la religión y de la etnia a las cuales ellos pertenecen”, son las palabras del comerciante.

En los últimos meses, Indonesia fue turbada por los alarmantes episodios de radicalismo islámico y sectarismo, ligados a la agenda política a corto plazo de su clase dirigente. El país está todavía aprendiendo a ejercitar su joven democracia en una sociedad pluralista. A este propósito, algunos católicos critican el silencio de la Iglesia ante el caso de Ahok.

La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia episcopal emitió en los días pasados una declaración oficial para aclarar su posición política. En el comunicado, la Comisión reafirma su propio apoyo al pluralismo y critica con fuerza cualquier polarización religiosa y la manipulación del sentimiento religioso para fines políticos. La declaración invita a las autoridades a ser independientes y a no dejarse influenciar por las presiones sociales, a fin de ejercer la propia función y asegurar igual tratamiento a cada ciudadano.

En un encuentro a puertas cerradas que tuvo lugar ayer con los líderes religiosos, el presidente indonesio Joko Widodo manifestó su preocupación por los recientes episodios de sectarismo. Él invitó a la población a no tomar parte en las manifestaciones que amenacen la unidad nacional y prometió mano dura contra las personas o movimientos que promuevan el odio étnico y religioso. Widodo reafirmó la importancia de la libertad de expresión, garantizada por la Constitución, pero que debe ser ejercitada en la legalidad y en los principios de la Pancasila. El presidente además afirmó que ordenó a los jefes del ejército y a la policía  perseguir a cualquiera que trate de crear tensiones y segregación social.