Ahok retira su apelación. “Es por el bien de todo el pueblo indonesio”, afirma la esposa.
de Mathias Hariyadi

Veronica Tan: “Acepta el veredicto y no tiene intenciones de proceder”. Los motivos de su decisión se enuncian en una carta escrita desde la cárcel. Ahok a sus sostenedores: “Detengan las manifestaciones”. El ex gobernador teme que haya infiltraciones de movimientos radicales. 


 Yakarta (AsiaNews) – Basuki "Ahok" Tjahaja Purnama retiró su apelación contra la polémica condena a dos años de prisión por blasfemia. Quien lo comunica es Verónica Tan, la esposa del ex gobernador de Yakarta, quien se encuentra arrestado en el centro de detención de la sección móvil de la policía indonesia (BRIMOB).

Durante una rueda de prensa llevada a cabo el 23 de mayo pasado, la Sra. Tan leyó una carta de puño y letra del marido, que explica los motivos que lo llevaron a optar por no seguir adelante con su apelación a la sentencia. Ahok, que ha aceptado el veredicto, ha dispuesto que sus letrados no presenten la instancia de apelación para la revisión del caso que estuvo a cargo de la Corte del Distrito de Yakarta.

Verónica Tan contó a los presentes que su marido ha aprendido la importancia del perdón, y que él ha aceptado su condena por el interés de la nación. En lágrimas y con voz temblorosa, la mujer declaró: “Bapak [el jefe de familia, ndr] acepta el veredicto y no tiene intenciones de proceder, y esto es por el bien de todo el pueblo indonesio y de la familia. Ya no tenemos interés en prolongar este problema. Todos debemos aceptar la sentencia y sostenerlo [a Ahok] de la mejor manera posible”.

La mujer luego leyó las palabras escritas por el marido, que invita a sus sostenedores a la calma, a aceptar la decisión de los jueces y a interrumpir las manifestaciones de protesta contra la sentencia. “Entiendo que, para aquellos que me apoyan – escribe Ahok- no sea fácil aceptarla. Sin embargo, ya no resulta oportuno organizar convocatorias. En efecto, no es algo simple mantener a salvo estas manifestaciones de cualquier potencial malintencionado. Si llegase a ocurrir algo, eso sólo perjudicaría a todo el pueblo de Yakarta”. En su carta, al final, el ex gobernador hace un llamamiento: “Gusti ora sare [Dios no duerme], poned vuestra fe en el Señor, ahora y siempre. En mi fe, digo que el Señor llevará a cumplimiento su plan para mi vida”.

Ahok teme que las manifestaciones que llevan adelante sus sostenedores puedan ser infiltradas por movimientos islamistas, que en los últimos meses han conducido una violenta campaña contra él y sus políticas, que son expresión de una sociedad moderna y pluralista.

Ignorando lo solicitado por el ministerio público, el 9 de mayo pasado la corte del tribunal de Yakarta Norte le infligió a Ahok una condena más prolongada y dura que aquella sugerida por la acusación. El veredicto hizo surgir emociones contrastantes en todo el país, donde tuvieron lugar numerosas procesiones de antorchas en apoyo a Ahok. Cientos de miles de indonesios, de todos los credos religiosos, han participado en una verdadera ola de protestas pacíficas para mostrar su solidaridad para con el gobernador degradado.