China, Filipinas, Indonesia y Tailandia se comprometen a reducir la cantidad de plástico que arrojan al mar

El compromiso, si bien no ha quedado aún formalizado, fue asumido durante la reunión cumbre sobre los océanos, organizada por la ONU y concluida ayer. El Card Tukson reclama a una conversión ecológica, como fuera el deseo promovido por el Papa Francisco: “el cuidado de nuestra casa común es, y será siempre, un imperativo moral”. 


Nueva York (AsiaNews/Agencias) – China, Indonesia, Tailandia y las Filipinas, que figuran entre las naciones mayormente responsables en lo que respecta al vertido de desechos plásticos en los océanos, se comprometieron a reducir la polución que producen. El compromiso, si bien aún no ha quedado formalizado, fue asumido durante la cumbre sobre los océanos, organizada por la ONU y concluida ayer.

El objetivo del encuentro, según fue declarado por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, es “invertir la marea” y tratar de resolver los problemas que el hombre mismo ha creado. Según recientes estudios citados por Guterres, de hecho, si no se toman medidas adecuadas, para el año 2050, los desechos plásticos presentes en los mares podrían incluso superar la cantidad de peces.

El cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral, intervino en el desarrollo del encuentro subrayando que, de no adoptarse medidas para invertir el rumbo de los hechos “este siglo podría ser testigo de una destrucción de los ecosistemas que no tiene precedentes, con serias consecuencias para todos nosotros”. El purpurado luego remarcó que al día de hoy no existe ningún acuerdo global y mucho menos un ente institucional que afronte en lo específico el cuidado y la protección de los recursos de los océanos.  Por lo tanto, el jefe de la delegación de la Santa Sede exhortó a pensar en las generaciones futuras, que recibirán en herencia los frutos de nuestro comportamiento: “en muchas tradiciones religiosas, el agua es símbolo de limpieza, renacimiento y renovación”. La invitación es, por lo tanto, a una conversión ecológica, según el deseo promovido por el Papa Francisco: “el cuidado de nuestra casa común es, y será siempre, un imperativo moral”.  

El encuentro de Nueva York ha evidenciado que cada año, entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos y son ingeridas por peces y aves. El Helmholtz Centre de Leipzig, en Alemania, estima que el 75% de los agentes contaminantes es arrastrado al mar por 10 ríos, sobre todo, asiáticos.

En ocasión de la conferencia, el gobierno tailandés ha presentado un informe según el cual se estima que el total de desechos que se encuentran en el mar alcanzó los 2,83 millones de toneladas en 2016, y que el 12% de éstos lo constituyen plásticos.

El gobierno tailandés dio a conocer que ha establecido una estrategia a 20 años para afrontar el problema, previendo incentivos financieros para mantener a los plásticos fuera del mar y alentar al desarrollo de proyectos para fabricar envases ecológicos y sustitutos ecológicos del plástico.

En Indonesia, el gobierno está implementando un programa de educación para niños, y en Filipinas se están elaborando nuevas leyes en la materia.