Mons. William Goh: "Aceptar la enfermedad para estar unidos a Cristo”

En el sufrimiento, no se debe renunciar a la esperanza y resignarse a la enfermedad. “En el Sacramento de la Unción de los enfermos la Iglesia muestra misericordia y compasión a los afligidos”. El arzobispo alienta a los católicos a recibir el sacramento a tiempo. “Con la Confesión y la Unción de los enfermos se está seguro de la gracias de la salvación del Señor para el cuerpo y para el alma”.


Singapur (AsiaNews)- En su última carta pastoral, el arzobispo William Goh reclama a los fieles de Singapur a la comprensión de la importancia del Sacramento de la Unción de los enfermos.

En una comunidad de 380 mil personas asistida por pocos sacerdotes, a veces es difícil encontrar un cura que les celebre el sacramento a una persona querida que se está muriendo o está en condiciones críticas. Por este motivo, Mons. Goh alienta a los católicos locales para recibir el Sacramento en tiempo, para que no necesiten un sacerdote en el último momento.

En el sufrimiento, no se debe renunciar a la esperanza y resignarse a la enfermedad. “Más bien-afirma Mons. Goh- debemos estar disponibles para la curación”. Después de haber recordado la importancia de la oración durante las adversidades, el arzobispo invita “a la aceptación de la enfermedad como medio para ser purificados en el amor y estar unidos a Cristo en Su sufrimiento, para que se pueda encontrar a Dios en profundidad”.

El pastor recuerda que “el Sacramento de la Unción de los enfermos es el medio primario con el cual la Iglesia muestra su misericordia y su compasión a los afligidos”. Recurrir a éste “es también una ocasión maravillosa en la cual la comunidad puede sostener al enfermo”. Mons. Goh además pide a los fieles, para que ellos cada día se preparen espiritualmente al sufrimiento y a la muerte celebrando el Sacramento de Reconciliación con regularidad y si se está en grave enfermedad, pidan a los sacerdotes de sus parroquias recibir la Unción. De este modo, “se está seguro de la gracia de la salvación del Señor, para el cuerpo y para el alma”.