El Consejo de Seguridad aprueba por unanimidad un llamado a todas las partes involucradas en el conflicto. Es fundamental garantizar el acceso al puerto de Hodeida, que representa un “ancla de salvación fundamental”. Desde que se inició la emergencia de cólera, ya han muerto 923 personas, y los casos sospechosos superan los 124.000.
Saná (AsiaNews/Agencias) – El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hace un llamado a todas las partes involucradas en el conflicto en Yemen, para que “inmediatamente” sea alcanzado un cese del fuego, y se garantice la apertura de todos los puertos del país. El objetivo es asegurar el ingreso de ayudas humanitarias a una población extenuada y reducida al hambre por más de dos años de conflicto, agravado en las últimas semanas por la explosión de una epidemia de cólera que está cosechando cientos víctimas.
En una nota redactada al concluirse la reunión que se celebró ayer en el Palacio de Vidrio del Consejo, se invita a entablar un diálogo a los rebeldes chiitas Houthi y al gobierno reconocido por la comunidad internacional, según una modalidad “flexible y constructiva, sin precondiciones”. El documento, que fue aprobado por los 15 Estados miembros en su totalidad, subraya la importancia de mantener abiertos todos los puertos, en particular el de Hodeida. El mismo representa un “ancla de salvación fundamental” para el ingreso de ayudas humanitarias.
Se trata del primer documento difundido por la ONU sobre Yemen en los últimos 15 meses, siendo la nación teatro de una situación “desastrosa” , tal como fue confirmado recientemente a AsiaNews por Mons. Paul Hinder, vicario apostólico del Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen). El documento del Consejo de Seguridad es también el primero en el cual éste se dirige de modo directo a ambas partes en lucha, para que pongan fin a la violencia, retomen el proceso político y aseguren el acceso pleno a las ayudas humanitarias y a los operadores internacionales.
Analistas y expertos subrayan que la unidad que se registró ayer en la ONU, considerando las diversas posiciones y los intereses divergentes de las potencias regionales e internacionales en torno a Yemen, muestra el nivel de preocupación por el destino del país. Una alarma que se justifica por el “desastre humanitario” en curso, el cual corre el riesgo de empeorar en caso de proseguir el conflicto.
Desde enero de 2015, la nación del Golfo es teatro de un sangriento conflicto interno en el cual la dirigencia sunita del ex presidente Abedrabbo Mansour Hadi, sostenida por Riad, se enfrenta con los rebeldes chiitas Houthi, cercanos a Irán y a los Hezbollah libaneses. En marzo de 2015, una coalición árabe liderada por los sauditas promovió bombardeos contra los rebeldes, que terminaron bajo la mira de la ONU debido a las víctimas que provocaron [entre los civiles]. Entre ellas, hubo también niños. Fuentes de la ONU hablan de más de 8.000 muertos y 45.000 heridos.
La nota del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llegó a pocas horas de haberse dado una nueva campanilla de alarma, lanzada por el responsable de la ONU en cuestiones humanitarias de Yemen, Jamie McGoldrick al referirse a la epidemia de cólera que cursa el país. Según las últimas estimaciones, hasta ahora han muerto 923 personas, y los casos sospechosos han superado los 124.000; las cifras podrían duplicarse para fines de septiembre.