Sri Lanka, ‘una ordinación monástica de los arboles’ para proteger plantas y ambiente
de Melani Manel Perera

La ceremonia en el lugar en el cual deberá surgir una fábrica de azúcar. En el ritual budista participaron unas 1500 personas, además de los monjes, asociaciones de ambientalistas y políticos. El lema es “Cada animal es sagrado, cada árbol es sagrado”. Los árboles revestidos con la túnica naranja de los monjes.


Colombo (AsiaNews)- Una “ordenación monástica de los árboles” para recordar cuánto sea importante proteger a la vegetación y el ambiente que nos rodea. Es con este objetivo que el pasado 5 de junio diversos monjes budistas, asociaciones de ambientalistas y población local se reunieron en el área de Dehigama, en Bibila, en la provincia de Uwa. Aquí al menos 1500 personas han participado en una marcha de protesta contra la deforestación de 65 acres, que debería dejar el lugar para construir una fábrica de azúcar de la Gazelle Ventures. Para subrayar la urgencia de la cuestión ambiental, los monjes han revestido a los árboles con la tradicional túnica color naranja y rezado frente a las plantas. Hemantha Withanage, director del Centre for Environmental Justice, una de las organizaciones presentes, subraya a AsiaNews: “La ceremonia sirve para recordar el lema ‘Sama Sathekma Bo Sathek! Hama gasakma Bo Gasak’, o sea que cada animal es sagrado y cada árbol es sagrado”.

El ambientalista explica que el ritual de la “vestición” de los árboles es celebrado por la sexta vez en sri Lanka. Este tiene origen en Tailandia, “donde se usa para proteger a la madre-árbol del ser abatido y de la destrucción”. En la ceremonia estaban presentes el Ven Badulugammana Sirisumana Thero, jefe del monasterio de Naagala Rajamaha Viharaya a Bibila, los líderes de Indigenous People Vannilaaththo, Rathugala&Pollebedde Indigenous, Active Buddhist Solidarity for Environment, People’s Front to Protect People’s Rights de los distritos de Uva-Wellassa, voluntarios y exponentes políticos, ya sea del gobierno como de las oposiciones.      

El primero es ser “ordenado” fue un árbol cerca del lugar de culto budista en Rathnapura, en el distrito de Kalutara, contra la expansión de una ruta para un proyecto hídrico. Luego le tocó el turno a un árbol de sándalo rojo en la ciudad de Badulla; otros mil árboles en Nilgala; algunos arbustos de la floresta de Saragune “con la intención de protegerlos de la destrucción para un campo de golf”. Después tres árboles cerca de la cascada de Athwelthota.

Hemantha Withanage refiere que las personas han participado en maniera entusiasta, ofreciendo comida y cantando himnos. “Si bien se trata de rituales budistas-afirma- esto puede ser adaptado a otras religiones, como la cristiana o la hindú. Por ejemplo, durante la ceremonia estaban presentes también tamil y musulmanes. No hay barreras religiosas”. Con orgullo, él concluye diciendo que una pequeña conquista ya sucedió: “El presidente habría debido venir a colocar la piedra fundamental de la fábrica de azúcar, pero cambió de idea viendo las protestas de la población”.