Liu Xia, la esposa del gran disidente, ha dicho que cualquier tratamiento ya resulta inútil. La Comisión de los EEUU sobre China pide que Liu Xiaobo sea trasladado a los Estado Unidos para recibir atención médica. Según las autoridades de la prisión, un equipo de ocho médicos vela por la salud del Premio Nobel. La acusación: le permitieron tratarse demasiado tarde.
Beijing (AsiaNews) – Ya es “demasiado tarde” para tratar a Liu Xiaobo, el gran disidente chino, por el cáncer de hígado que atraviesa un estadio terminal. Está convencida de ello su esposa, Liu Xia, que ha difundido un breve video en el cual afirma que cualquier tratamiento para su marido ya resulta inútil, “ni la cirugía, ni radioterapia ni quimioterapia”.
En todos estos años, Liu Xia ha sufrido controles, estuvo sometida al aislamiento, al corte de líneas telefónicas, a arrestos domiciliarios por parte de la policía, que de esta manera, trataba de frenar la difusión de noticias sobre Liu Xiaobo y el contacto con otros disidentes.
En tanto, ayer, cuando los medios chinos anunciaron que a Liu Xiaobo se le había concedido permiso para tratarse fuera de la prisión, algunos miembros de la Comisión sobre China en el Congreso Americano solicitaron al presidente Donald Trump que intentara pedir a Beijing que a Liu se le dé la posibilidad de recibir tratamiento en los Estados Unidos.
Liu, a quien le fue conferido el Premio Nobel por la Paz en el año 2010, cuando ya estaba en prisión tras ser acusado de “subversión contra el Estado”, actualmente se encuentra hospitalizado en el Hospital Nro. 1 de la Universidad de Medicina de Shenyang (Liaoning). Las autoridades de la prisión afirman que es atendido por un equipo de 8 médicos.
El abogado de Liu, Mo Shaoping, y sus amigos, afirman que, de todos modos, el gran disidente tiene un cáncer que ya se encuentra en un estadio terminal, y han criticado a las autoridades por no haberle proporcionado atención médica mucho tiempo antes.