India y EEUU 'nunca tan unidos' en la economía, la defensa, la lucha contra el terrorismo y contrarios a China

Muchos apretones de manos y abrazos entre Trump y Modi. Los gestos simbólicos enmascaran las verdaderas intenciones políticas. El apoyo de los EE.UU. en la disputa entre Delhi e Islamabad sobre extremismo islámico. El líder de los separatistas de Cachemira entró en la lista de terroristas de todo el mundo. Venta de 22 aviones no tripulados estadounidenses a un precio de dos mil millones de dólares. El intercambio de información en el campo naval.


Washington (AsiaNews)- “Las relaciones entre India y EEUU jamás fueron tan fuertes, jamás tan buenas”. Lo dijo Donald Trump durante la conferencia de prensa final que marcó en manera definitiva la amistad con el Premier indio Narendra Modi, en estos días de visita oficial en la Casa Blanca. En público ambos líderes se dejaron ver en varios gestos cordiales - con tres abrazos y numerosos apretones de manos - que evidencian una simpatía recíproca y sobre todo una línea común sobre temas relevantes de la política internacional. En esencia, ellos definieron estrategias de desarrollo económico, de defensa y seguridad, de la lucha contra al terrorismo internacional y sobre cómo frenar el expansionismo chino en los mares.

La visita se la esperaba desde hace tiempo como una de las más importantes de la carrera de Modi. Diversos analistas en India subrayan como los gestos simbólicos de cortesía casi “afectados”, que caracterizaron los encuentros de ambas partes, no son otra cosa que un medio para alcanzar sus respectivos objetivos. Bajo el manto de la cordialidad se ocultan de hecho contratos millonarios y el deseo de presentarse frente al propio electorado como líderes fuertes, no obstante la política exterior.

Por parte india, Modi se aseguró un apoyo total en la lkucha contra el terrorismo islámico, identificado en las posiciones de acérrimo rival Pakistán y de los separatistas de Cachemira. En lo que se refiere a Islamabad, en el comunicado conjunto los dos líderes invitaron a “Pakistán a garantizar que su territorio no sea utilizado para desatar ataques terroristas contra otros países”. Esta declaración es un éxito llamativo para Delhi, que desde hace tiempo está intentando aislar al vecino desde el punto de vista diplomático calificándolo como el origen de todos los males del extremismo de matriz islámica. Unidas a Pakistán también las luchas separatistas de Cachemira. Modi obtuvo del Departamento de Estado americano la inserción de Syed Salahuddin, guía suprema del Hizbul Mujahideen, en la lista especial de los “Terroristas a nivel global”. Esto implica un revés decidido contra la revuelta de la población local, desde el momento que por parte de los EEUU serán bloqueadas todas las formas de financiación.

Por su parte, Trump concluyó la firma de contratos económicos con varios ceros. La administración decidió “querer dar a india la mejor tecnología de defensa”. Por lo tanto el Departamento de Estado aprobó la venta de un C-17, un aeroplano para el transporte militar por valor de 66 millones de dólares y ofreció 22 drones no armados, al precio de dos millardos de dólares, para una mejor vigilancia del Océano Índico.

A todo esto, se suma la disponibilidad de India de cooperar en tema de seguridad marítima, con la clara intención de balancear la expansión de Beijing en el Mar chino meridional. De hecho Delhi participará en los ejercicios navales trilaterales con la adición de Japón; estará presente en el Indian Ocean Naval Symposium en calidad de observador; compartirá informaciones navales en el programa “White Shipping”. Todos estos progresos en el campo de la defensa, afirma la nota de la Casa Blanca, “aumentarán el comercio bilateral hasta la cifra de 19 millardos de dólares, en beneficio de miles de puestos de trabajo en los EEUU”. En concreto India confirma su apoyo al gobierno americano en la guerra de Afganistán, donde quiere enviar unas 5 mil tropas y en las sanciones a Corea del Norte.