En el enfrentamiento a fuego fueron muertos Bilal Akar, que era buscado por varios crímenes, y Samir Badran. También murió una niña, al ser alcanzada por una bala perdida. La situación sigue siendo muy tensa en la zona. La violencia se habría desatado por cuestiones económicas. El ejército presidia la zona.
Beirut (AsiaNews/Agencias) – Es de tres palestinos muertos, uno de ellos una niña, el duro saldo de los enfrentamientos armados registrados a altas horas de anoche, en el campo de refugiados palestinos de Sabra, en los alrededores de Beirut (Líbano). En los hechos de violencia estuvieron involucradas facciones de palestinos opuestas entre sí, que se alojan en el campo situado en el cordón suburbano al sur de la capital.
Según lo que refiere la agencia oficial Ani, en los enfrentamientos estuvieron implicados dos grupos: uno que hace referencia a Bilal Akar, uno de los prófugos de la justicia más peligrosos del campo, y otro, identificado como la facción de Abou Mohammad Badran.
En el tiroteo murió el mismo Bilal Akar (que era buscado por las autoridades por varios crímenes) y Samir Badran, de la facción contraria. La tercera víctima es la hija de este último, Hiléné, que fue alcanzada por una bala perdida, a raíz de la cual murió en el acto.
Resultó gravemente herido el hermano de Bilal, que se encuentra internado en el Sahel General Hospital, en condiciones críticas, según pudo saberse en el parte médico.
El enfrentamiento a fuego entre los dos hombres se desató una espiral de violencia entre los dos grupos, que aún sigue en curso. Las autoridades libanesas han desplegado personal del ejército sobre el perímetro del campo, en un intento por presidiar la zona y para que se recobre la calma en el lugar.
Fuentes internas al campo, tras el anonimato, cuentan que la violencia se originó por cuestiones de dinero y de control del territorio. Varias decenas de sostenedores de la facción de Bilal han tomado por asalto el hospital, para obtener información de su líder, pero fueron dispersados por los militares. En este momento la situación sigue siendo muy tensa.
El campo de refugiados de Sabra (y el de Shatila, donde hubo una masacre en 1982) acoge a cientos de miles de palestinos que huyeron de su tierra en el año 1948, después de la primera guerra palestino-israelí. A éstos se sumaron otros miles de refugiados que abandonaron Siria al iniciarse el conflicto en marzo de 2011. Dentro de los campos de refugiados son frecuentes las epidemias, debido a las precarias condiciones higiénicas. A esto se suman una pobre alimentación, la desnutrición y la escasez de agua potable.