Los simpatizantes del Estado islámico (EI) tienen en la mira a los agentes en Indonesia. El atacante se unió a la oración de unos 20 policías y lanzó el ataque. El atacante fue muerto cuando emprendía la huida. Los legisladores se comprometieron a aprobar, antes de finalizado el año, las revisiones de la Ley antiterrorismo. La admnistración de Widodo emprende una campaña contra el terrorismo.
Yakarta (AsiaNews) - Dos policías fueron apuñalados después de la oración nocturna del viernes (30 de junio) en una mezquita cerca de la sede de la Policía Nacional, en el sur de Yakarta. El atacante murió en el ataque, muerto a tiros por un colega de las dos víctimas, mientras trataba de escapar. Es el segundo ataque terrorista contra las fuerzas de seguridad pública en menos de una semana.
El general Setyo Wasisto, inspector jefe de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, informa que el atacante -que fue identificado como Mulyadi de Bekasi, Java Occidental - se unió a la oración de la noche de la unidad móvil de unos 20 policías en la mezquita Falatehan, situada en a unos 75 metros de la jefatura de policía cerca de la zona comercial Blok M, al sur de Yakarta.
Según lo informado por Martinus Sitompul, portavoz de la policía nacional, dos agentes de policía estaban completando sus oraciones, cuando de repente, el atacante los apuñaló usando una bayoneta. El sospechoso apuñaló a los oficiales después de gritar: "!Thogut!" [palabra árabe para los que adoran todo fuera de Dios, nrd].
Con golpes en el cuello y la cara, las víctimas lograron sobrevivir, mientras que el atacante amenazó a los presentes y mandó que no se ayudará a los heridos. Saliendo de la Mezquita, el sospechoso corrió a la estación de autobuses cercana. Cuando un oficial de policía hizo un tiro de advertencia, el atacante intentó, sin éxito, atacarlo mientras gritaba “¡Allahu Akbar!". El policía, hizo un disparo, matando al atacante.
Los simpatizantes del Estado islámico (EI) presentes en Indonesia, que se cree actúan bajo las órdenes de Bahrun Naim, en los últimos dos años han puesto en su mira a la policía, en una serie de ataques de bajo perfil. El 25 de junio, dos asaltantes vinculados al ISIS, irrumpieron en una comisaría de policía de Medan, Sumatra del Norte, matando a un oficial. El mes pasado, un doble ataque con bombas mató a tres policías en la estación de autobuses en Kampung Melayu, en Yakarta oriental.
Los legisladores indonesios se han comprometido a aprobar, antes de fin de año, las revisiones a la Ley antiterrorismo, una cuestión sobre la que delibera la Cámara de Representantes tras el atentado en Jakarta ocurrido el pasado año, con el fin de dar a la policía mayores poderes para hacer frente a la amenaza terrorista. En un intento por contener el creciente fenómeno extremista, la administración Widodo también ha puesto en marcha recientemente una campaña contra los movimientos más extremistas.