El subsecretario de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas hace referencia a un “escándalo” que ha sido causado “enteramente por el hombre”. Los beligerantes y cuantos los sostienen más allá de las fronteras “dirigen, vuelven a equipar, combaten y perpetran” la violencia. Los casos de contagio se han incrementado llegando a 320.000 y hay cuando menos 1740 víctimas. Para hacer frente a la emergencia, se requieren 250 millones de dólares, pero hasta ahora sólo se han recaudado 47.
Saná (AsiaNews/Agencias) – Las partes en lucha en Yemen –y las potencias extranjeras que las sostienen- son corresponsables de la gravísima epidemia de cólera que se ha desatado recientemente en el país árabe, la peor en el mundo, según el personal sanitario. Es lo que ha afirmado el responsable de las Naciones Unidas en Yemen, según el cual el conflicto y la falta crónica de comida y de artículos de primera necesidad, entre éstos de medicinas, son los imputados número uno de la enfermedad que hasta ahora lleva azotadas a más de 320.000 personas.
Al intervenir en el Consejo de seguridad de la ONU, Stephen O’Brien, subsecretario de Asuntos Humanitarios y coordinador de Emergencias, afirmó que “este escándalo que es el cólera, es causado, por entero, por el hombre”; en vista de lo cual él acusó a las “partes en lucha y a cuantos, más allá de las fronteras del Yemen, dirigen, vuelven a equipar, combaten y perpetran el temor y la lucha”. La crisis humanitaria, prosiguió luego, el experto “es el resultado directo del conflicto y de las graves violaciones al derecho internacional”. Al día de hoy, en el país se registran más de 320.000 contagios de cólera, que ya se ha difundido en casi todas las provincias. Las víctimas son cuando menos 1740, pero los números están evolucionando rápidamente.
Le hace eco Isamil Ould Cheikh Ahmed, enviado especial de la ONU a Yemen, quien define la crisis humanitaria en curso calificándola de “horrorosa”; él estima que el país no debe afrontar “una sola emergencia, sino varias emergencias, bastante complejas”.
Las Naciones Unidas invocan a viva voz la colecta de al menos 250 millones de dólares para hacer frente a la emergencia; hasta ahora sólo se han recaudado 47.
Los expertos de la ONU confirman, una vez más, la alarma que recientemente había lanzado a través de AsiaNews Mons. Paul Hinder, vicario apostólico de Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen). El prelado había comentado una situación “desastrosa” en uno de los países más pobres de la región, que se encuentra al borde del abismo, flagelado por epidemias, por la guerra y por carestías crónicas.
Desde enero de 2015, la nación del Golfo es teatro de un sangriento conflicto interno en el cual se enfrenta la plana de líderes sunitas del ex presidente Abedrabbo Mansour Hadi, sostenida por Riad, contra los rebeldes chiitas Houthi, cercanos a Irán y a los Hezbollah libaneses. En marzo de 2015, una coalición árabe liderada por los sauditas llevó a cabo bombardeos contra los rebeldes, que terminaron en la mira de las Naciones Unidas debido a las víctimas [entre la población civil] que provocaron. Entre éstas también hubo niños. Fuentes de la ONU refieren más de 8.000 muertos y 45.000 heridos.
Además, sobre una población total de 28 millones de habitantes, el conflicto ha dejado hasta a 18,8 millones de personas necesitadas de asistencia y ayuda humanitaria para poder sobrevivir. De éstas, se considera que cuando menos siete millones están al borde de la carestía; entre ellas hay 2,3 millones de niños “malnutridos” cuya edad está por debajo de los cinco años. (DS)