Papa: visitar a los enfermos o dar comida a los pobres “es ya predicación”

Mensaje de Francisco al Simposio internacional sobre la catequesis en curso en Buenos Aires, sobre el tema: “Beatos aquellos que creen”. “Ser catequista es una vocación de servicio en la iglesia, un don del Señor que cambia la vida”. 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Predicar, vocación y tarea del catequista, es algo de muy concreto. “cuando visitamos a los enfermos, cuando damos comida a los pobres. Es así, esto es ya predicación”. La frase de S. Francisco es recordada por el Papa Francisco en el mensaje que envió al Simposio internacional sobre la catequesis que se concluye mañana en la facultad de teología de la pontificia universidad católica argentina (UCA), en Buenos Aires.

En el mensaje dirigido a Mons. Ramón Alfredo Dus, arzobispo de Resistencia y presidente de la Comisión episcopal para la catequesis y pastoral bíblica, Francisco comenta el tema del Tema del Simposio: “Beatos aquellos que creen” partiendo de la figura de S. Francisco de Asís para afirmar la “concreción” de la predicación.

La catequesis, escribe el Papa, no es un trabajo, sino una especie de misión alrededor de la cual rodea la vida misma de quien enfrenta esta actividad. “Ser catequista es una vocación de servicio en la Iglesia, un don del señor que cambia la vida. Al centro de todo, el ‘kerigma’, el anuncio de la muerte y resurrección del Señor, centro de la vida cristiana. Y el anuncio fundamental que debería resonar más y más veces en la vida cristiana y aún más quien está llamado a proclamar y enseñar la fe. ‘Nada es más fuerte, más profunda, más seguro, más denso y de más sabio que el anuncio’ (“Evangelii Gaudium, 165)”.

Y, escribe además Francisco, “es necesario ocuparse de todo el potencial de misericordia y de amor que comprende la religiosidad popular para la transmisión no sólo de los contenidos de la fe, sino para una escuela de formación real”.

De hecho, el catequista “camina desde Cristo y con Cristo, no es una persona con sus propias ideas y gustos, sino que los ha dejado de lado en virtud de aquella mirada que inflama el corazón”.

La actividad del catequista, escribe aún el Papa, es también creativa y va en busca de modos y medios diferentes para anunciar a Cristo. Quiere decir, concluye Francisco, ser mensajeros de cuánto sea bello creer en Jesús, porque Él es “la vía, la verdad y la vida”, que llena y cambia nuestra vida con alegría y Leticia. Entonces es importante estar a la altura de la situación, siempre, porque Él está ya en el hombre de hoy.