Beijing vigila los teléfonos celulares de todos los uigures

Desde mediados de julio, y con la justificación de la lucha contra el terrorismo,  ha pasado a ser obligatorio instalar en los celulares una aplicación a través de la cual éstos son controlados. Y dado que cada teléfono portátil debe tener la aplicación de control, la policía china está en grado de efectuar verificaciones en relación a cualquier ciudadano en cuestión. La situación preocupa a las organizaciones que se abocan a la tutela de los derechos humanos. 


Beijing (AsiaNews/Agencias) – Desde mediados de julio, en los teléfonos celulares de los uigures del Xinjiang, en el noroeste de China, se ha procedido obligatoriamente a la instalación de una aplicación, que con la justificación de la lucha contra el terrorismo, los controla. Y de momento se sabe que para quien se niega a instalar la aplicación, hay diez días en prisión.  

Todo se inició el 13 de julio, cuando las autoridades locales difundieron un comunicado en el cual se daba a conocer que todos los uigures debían descargar la aplicación, llamada Jingwang ("Web Cleaner" en chino mandarín). La misma "registra automáticamente los videos, imágenes, e-books y documentos electrónicos religiosos” memorizados en los teléfonos celulares.  

El objetivo es localizar contenidos que puedan referirse al terrorismo. El método es una vigilancia electrónica de todos los ciudadanos. De esta manera, puesto que cada teléfono portátil debe tener la aplicación de control, la policía china está en grado de efectuar verificaciones en relación a cualquier ciudadano, sin ninguna posibilidad de rehuir del control.

Una situación que preocupa a las organizaciones que se dedican a la tutela de los derechos humanos. Según Human Rights Watch, las autoridades “deben dar explicaciones sobre la aplicación y sobre todo, sobre la utilización que quieren darle”. Si bien “es evidente que [las autoridades] tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos, especialmente contra el terrorismo, semejante recogida de datos sobre gente común es como un archivo y una vigilancia de masas, una violación de la esfera privada”.

Y, en efecto, no se ha precisado qué sucedería en caso de hallarse documentos sensibles. Sin lugar a dudas, éstos serían eliminados, ¿pero qué le sucedería al propietario del teléfono celular?