Uagadugú, hay tres libaneses entre las 18 víctimas del atentado terrorista en el restaurante turco

Nabih Berri condena el atentado y expresa “condolencias y dolor” a los familiares de las víctimas. El atentado conforma el último de una larga estela de sangre que ha azotado África occidental. En la mira de los terroristas, los intereses económicos y actividades del extranjero que operan desde hace tiempo en la región. 


Beirut (AsiaNews/Agencias) – Hay tres ciudadanos libaneses entre las 18 víctimas –de las cuales al menos ocho son extranjeros- del atentado terrorista en un restaurante turco, perpetrado en la noche del 14 de agosto pasado en Burkina Faso. Lo ha confirmado en las últimas horas la cúpula de gobierno de Beirut, que ha difundido el nombre de los connacionales que fueron muertos; se trata de Ahmed al-Beli, Mohsen Fneish y su esposa, de origen canadiense y encinta al momento del ataque.

El presidente del Parlamento libanés Nabih Berri ha condenado el ataque y expresó “condolencias y dolor” a las familias “de las víctimas de todas las nacionalidades, y en particular a aquellas libanesas”, que se habían expatriado “en busca de trabajo y de una vida decente en el exterior”. Él relanzó una “lucha global” contra el terrorismo, con la coordinación de las Naciones Unidas. 

Los tres ciudadanos libaneses fueron muertos durante enfrentamientos a fuego entre los terroristas y las fuerzas de seguridad en Uagadugú, la capital de Burkina Faso. En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores de Beirut subraya que ha “activado todos los procedimientos” para “trasladar los cuerpos [de las víctimas] al Líbano”.

El atentado en el restaurante turco Aziz Istanbul del 14 de agosto es tan sólo el último de una larga estela de sangre que ha embestido a la región del África occidental; en la mira de los milicianos yihadistas están los extranjeros y los locales que éstos suelen frecuentar.

Hasta ahora no ha habido reivindicaciones oficiales al respecto; los atacantes irrumpieron en el local cuando el lugar estaba abarrotado de clientes que se disponían a mirar partidos de fútbol en la televisión. Las fuerzas de seguridad locales lanzaron un contraataque para detener a los terroristas, desatando un enfrentamiento a fuego en el área adyacente al local, que se prolongó hasta la mañana.

Hay dos víctimas entre los asaltantes; en la nómina de los 22 heridos locales se incluyen cinco agentes que se desempeñaban en la seguridad.

El Aziz Istanbul se encuentra a poca distancia del café “Cappuccino” donde, en enero de 2016, un ataque extremista reivindicado por al Qaeda en el Maghreb (Aqim) causó 30 víctimas y 71 heridos, en su mayor parte extranjeros. En diciembre, decenas de soldados fueron muertos en un asalto a una base militar en el norte del país. Desde diciembre de 2015 que no se tiene noticias de un ciudadano australiano y del paradero de un rumano, ambos secuestrados en Burkina Faso por grupos extremistas de matriz islámica, afiliados a al Qaeda.   

Según los testimonios brindados, los asaltantes habrían llegado a bordo de una pick-up. Testigos del lugar cuentan que éstos eran “muy jóvenes” y que estaban armados con AK47. Entre las personas muertas también hay siete ciudadanos locales, dos ciudadanos de Kuwait, un francés y un turco. Otras tres víctimas aún aguardan ser identificadas.

Para Sean Smith, analista y experto en África, el atentado en el restaurante es una prueba de que “la amenaza del terrorismo se cierne sobre gran parte de la región del Sahel”. Si bien la mayor parte de los hechos de violencia se concentran a lo largo de la frontera septentrional con Mali, el atentado en el restaurante turco “muestra que los extremistas de matriz islámica pueden atacar incluso en la capital y cuando les plazca.” Los objetivos buscados por los atacantes son precisamente los intereses económicos y los ciudadanos extranjeros, que hace tiempo están presentes en el continente para el desarrollo de negocios y del comercio.  (DS)