Presentado el documento: “Entre Jerusalén y Roma”. Subrayadas las tradiciones comunes, en las diferencias teológicas. Los católicos son “socios, estrechos aliados, amigos y hermanos”. El comportamiento moral y la educación religiosa como “modalidad “para ejercitar la propia capacidad de influenciar y de inspirar”. Los augurios para el nuevo año hebreo.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Las religiones no deben utilizar “la guerra, la coerción o la presión social” para ejercitar su influencia. Es cuánto el Papa Francisco dijo hoy en una audiencia con los representantes de la Conferencia de los Rabinos Europeos, del Consejo Rabínico de América y de la Comisión del Gran Rabinato de Israel. Tales instituciones están involucrados en el diálogo con la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones religiosas con el Hebraísmo.
La ocasión del encuentro es la presentación de un documento que lleva por título: “Entre Jerusalén y Roma”, entregado al pontífice hoy.
Después de algunas palabras de saludo del rabino Pinchas Goldschimidt, ya rabino jefe de Moscú y presidente de la Conferencia de los Rabinos Europeos, Francisco subrayó el incremento en las relaciones entre católicos y hebreos gracias a la declaración “Nostra Aetate”, “magna carta” del diálogo con el mundo hebreo”. La declaración conciliar pone en luz “el patrimonio espiritual que tenemos en común”, dado que “los inicios de la fe cristiana se encuentran ya, según el misterio divino de la salvación, en los patriarcas, en Moisés y en los profetas”.
Luego él elogió el nuevo documento: “Entre Jerusalén y Roma”, que “no escinde…las diferencias teológicas de nuestras tradiciones de fe”. “Sin embargo-agregó- (éste) expresa la firme voluntad de colaborar más estrechamente hoy y en el futuro. Vuestro documento se dirige a los católicos llamándolos “socios, estrechos aliados, amigos y hermanos en la búsqueda común de un mundo mejor que pueda gozar de la paz, justicia social y seguridad”.
Para Francisco es muy importante “la afirmación que las religiones deben utilizar el comportamiento moral y la educación religiosa-no la guerra, la coerción o la presión social-para ejercitar la propia capacidad de influenciar y de inspirar. Es tan importante esto: pueda el Eterno bendecir e iluminar nuestra colaboración para que juntos podamos acoger y actuar siempre mejor sus proyectos, “proyectos de paz y no de desgracia”, para un “futuro lleno de esperanza” (Ger 29,11)”.
El Papa también expresó a los representantes sus “mejores augurios por el nuevo año hebreo, que iniciará dentro de pocas semanas: “¡Shanah towah! (¡Feliz Año!)”