Sheron Masih, tenía 17 años y asistía a la escuela pública desde hacía pocos días. Los compañeros de clase lo asesinaron a bastonazos porque había intentado beber agua. Su homicidio es “sólo la punta del iceberg, por debajo existe una gran montaña de odio y discriminación contra las minorías”.
Lahore (AsiaNews)- Activistas cristianos y musulmanes condenan el brutal homicidio de Sheron Masih, un estudiante cristiano de 17 años que fue asesinado a bastonazos por sus compañeros de clase, víctima del racismo religioso. El asesinato suscitó una ola de indignación y es un síntoma del clima de intolerancia religiosa contra las minorías que se vive en Pakistán. Naseem Kousar, docente musulmán, afirma a AsiaNews: “La discriminación étnica y religiosa es un veneno que mata a la humanidad”.
Sheron fue asesinado el 30 de agosto a bastonazos. Originario del pueblo Chak 461, en el Punjab paquistaní, fue admitido en la escuela pública de Burewala pocos días antes. Razia Bibi, la madre, lamenta que el hijo haya sido tomado de blanco por sus compañeros de clase, que son musulmanes, y que le habían prohibido beber del distribuidor de agua, de donde bebían también ellos. Pero Sheron desobedeció y por eso fue golpeado a bastonazos con violencia, hasta matarlo. Los docentes se justificaron diciendo que no se dieron cuenta de lo que sucedía entre los bancos de la clase. Según algunos testimonios, el joven habría rechazado convertirse al islam.
El caso está siendo investigado por las autoridades provinciales, y el docente Nazir Mohal fue denunciado por negligencia. Kamram Michael, ministro federal de fe cristiana, visitó a la familia y les ofreció una ayuda económica. Según el docente Kousar, “una sociedad jamás podrá alcanzar un buen nivel de civilización y humanidad hasta tanto no haya desarrollado un sentido de respeto y equidad para todos los grupos religiosos. Lo mismo vale para el Estado. Un eEtado no puede afirmar ser justo y democrático si no demuele los elementos que discriminan y no garantiza la seguridad de todos los grupos”.
Ata-ur-Rehman Saman, coordinador de la Comisión nacional Justicia y Paz (NCJP), refiere que “desde 2006 se está alzando la voz para protestar contra el material de odio hacia las minorías que está presente en los libros de texto. Pero el gobierno cierra los ojos frente al problema. Ahora, las semillas llenas de odio están maduras y listas para cosecharse. Punjab meridional es conocido por (difundir) la intolerancia y el extremismo. Los estudiantes de las minorías son discriminados por su religión, aislados y ridiculizados”. Para el poeta y escritor, Basharat Gill, “no se trata sólo de un incidente. Esto indica que el nivel de odio, prejuicio y discriminación llegó a los institutos educativos. ¿Qué debemos esperar de la sociedad , si el jefe de los ministros dice que no quiere pronunciar el nombre de las otras religiones, las minorías son humilladas en los anuncios de trabajo y los libros escolares están llenos de insultos contra quien no profesa el islam?”. El homicidio del joven cristiano, concluye, “es solo la punta del iceberg; debajo hay una gran montaña. Este incidente difunde miedo y terror en todos los estudiantes que no son musulmanes”.