Centésima condena a muerte del 2017 en Arabia Saudita

El condenado fue ajusticiado por el homicidio de un conciudadano. Recientemente la pena fue confirmada tras ser presentado un recurso de apelación. Desde el mes de julio, las autoridades han aplicado, en promedio, 5 condenas por semana. Activistas: “Frenesí” justicialista del gobierno. Entre las reformas que hay que promover está “la moratoria de las ejecuciones”.


Riad (AsiaNews/Agencias)- Las autoridades de Riad han llevado a cabo, en la tarde de ayer, la sentencia capital contra un saudita, llegando así a 100 el número total de las personas ajusticiadas desde que comenzó el año. Es lo que refiere la agencia oficial Spa, según la cual el hombre fue condenado a muerte por el homicidio de un conciudadano; recientemente el tribunal de apelación había confirmado la sentencia, dando luz verde al verdugo.

En un comunicado, la ONG Amnesty International condenó lo que define como un “frenesí” en las ejecuciones “del gobierno de Arabia Saudita; en particular, agregan, desde principios del mes de julio, llegando a “un promedio de 5 personas ajusticiadas por semana”.

La centésima condena a muerte sucedió en el contexto de una serie de reformas, anunciadas en el último período por la dirigencia del reino ultraconservador, regido por una visión rigurosa del islam,  la última de las cuales es el permiso concedido a las mujeres para poder conducir. “Si las autoridades sauditas -subraya Lynn Maalouf, directora de Al para Oriente Medio- sinceramente desean promover reformas, ellas deben establecer inmediatamente un moratoria de las ejecuciones, siendo el primer paso en dirección a la abolición total de la pena de muerte”  

En el año 2016, Riad ajustició a un total de 153 personas. Después de China e Irán, el reino saudita es uno de los países del mundo en donde más se recurre a la pena capital. La mayor parte de las condenas a muerte en el país árabe son realizadas a través de la decapitación.

Desde hace años, asociaciones por los derechos humanos y muchos gobiernos occidentales se baten por imponer al reino saudita (sunita wahabí) procesos más ecuos y ejecuciones menos crueles. Arabia Saudita -país donde rige una estrecha observancia de la sharia, la ley islámica- es el único país en el mundo donde la condena a muerte puede ser ejecutada con la decapitación en público.

La pena capital en el reino está prevista para los culpables de homicidio, robo a mano armada, violación y tráfico de drogas, pero también por brujería y sodomía. No menos crueles son las condenas por crímenes menores, como el robo y el delito de opinión, que además de la cárcel, prevén el corte de la mano o del pie y la fustigación pública llevada a cabo en la plaza.