La experiencia catecumenal de algunos fieles de la parroquia Madre de la Misericordia en Nonthaburi. La importancia de los momentos de compartir la fe. La necesidad de transmitir las enseñanzas ofrecidas por la experiencia cristiana.
Bangkok (AsiaNews)- “El encuentro con Cristo transforma en los profundo la vida de quien inicia el recorrido de conversión y tiene un fuerte impacto también a nivel comunitario y eclesial”. Es cuanto afirma el p. Danile Mazza, misionero del Pime en Tailandia y párroco de la iglesia Madre de la Misericordia en Nonthaburi, a 25 Km al norte de Bangkok. Joven sacerdote, él ha dedicado su misión al diálogo interreligioso, en un país donde los católicos sono unos 290 mil. El 0.46% de la población. El p. Daniel (en la foto) compartió con AsiaNews las historias de algunos fieles de su parroquia, que cuentan cómo el camino catecumenal y el bautismo hayan cambiado su perspectiva sobre la vida cotidiana.
“Estas generaciones de nuevos cristianos-afirma el p. Daniele-representan una esperanza para la iglesia. Está en nosotros formarlos en un cierto modo a ser cristianos. Ese es el verdadero desafío. ¿Qué configuración de Iglesia les damos? Ellos absorben todo aquello que nosotros les enseñamos. En nuestra parroquia la configuración que queremos dar es la atención al cambio que el encuentro con Cristo infunde en la vida de todos los días, para reportar a este nuestro nuevo acercamiento en la cotidianidad”. El p. Danile acompaña en primera persona a los catecúmenos en este proceso de verificación, encontrándolos con regularidad por toda la duración del recorrido, que es de más o menos de un año y medio. El misionero subraya la importancia de los momentos del compartir de la experiencia de la fe, aspecto que asombra mucho a los nuevos cristianos tailandeses. “Como párroco, trato de hacer vivir la comunidad como una escuela, en la cual el Señor ayuda a cada uno a realizar sus propios pasos. Invito a aceptar cada ocasión, aún aquellas de litigio, como punto de partida para una profunda reflexión. Para mí es importante estar atento a todas las dinámikcas de la comunidad, para proponerlas como ocasión de enseñanza, en la cual los fieles son llamados a crecer”, declara el párroco. De este modo, lo catecúmenos se dan realmente cuenta del cambio que Cristo impone a sus vidas, en su modo de pensar. “Es poniendo en práctica las enseñanzas recibidas que ellos se convenzan cada vez más de su recorrido”.
La primera experiencia que el p. Daniele quiere compartir es las que se refiere a una joven arquitecta. La joven estaba empleada como proyectista en una empresa de construcciones. Su trabajo le garantizaba un buen sueldo, a tal punto que logró subscribirse en una mutual para comprarse una casa y comprarse un automóvil. Sin embargo, sus proyectos los realizaban con materiales con materiales diversos de los que ella había elegido. La joven mujer está al conocimiento de todo esto, pero sólo cuando inició el camino para recibir el bautismo, fue que le vinieron las primeras dudas. “Estamos engañando a la gente”, se decía. No obstante la incertidumbre por el futuro, las dificultades económicas y las cuotas que tenía que pagar, la arquitecta decidió licenciarse e iniciar su propia actividad. “Realmente el Señor no me hizo faltar nada, todas las veces que tenía que pagar su cuenta siempre lo hizo, quizás a último momento, pero siempre he podido pagar. No gano como entonces pero ahora estoy en paz conmigo misma”, cuenta la joven.
El segundo testimonio tiene como protagonistas a una pareja de casados, titulares de una empresa que construye grandes portones para decorar las mansiones. A menudo sucedía que los herreros que colaboraban con ellos no realizasen las obras según las indicaciones de proyecto según los habían preestablecido con el cliente. Esto comportaba grandes pérdidas de dinero, materiales y horas de trabajo. El problema se presentó de nuevo cuando la pareja desde hacía poco había terminado el camino para recibir la confirmación. En aquella ocasión, los esposos enfrentaron la situación en una manera diferente. “Hablemos con el cliente-se dijeron- Suceda lo que suceda, nos ocuparíamos de la mitad de los gastos para construir el portón, si bien no somos los responsables del error. No, nos enojemos con el herrero, tiene hijos. Total el daño ya está hecho”. Habiendo hecho el camino juntos, inmediatamente entendimos el por qué lo hacíamos”, afirman. Después de haber rezado por la ayuda recibida y el apoyo de Jesús, juntos fuimos a lo del cliente, que con mucha sorpresa nos dijo. “El portón es más bello de lo que lo habíamos proyectado” “Experimentamos realmente que realmente el Señor nos apoya, cuando hacemos una elección justa o sabemos que estamos realizando el bien, no obstante siempre exista el riesgo que las cosas vayan mal. Sin embargo, seremos siempre libres también en esta eventualidad”, concluye la pareja.
El p. Daniele reafirma en concreto la importancia de transmitir a las sociedad las enseñanzas que nos ofrece la experiencia cristiana. A tal propósito recuerda la iniciativa deseada por el Card. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok, que trabajó mucho para que se instituyese la Asociación de empresarios católicos. Uno de los pilares de la asociación es la lucha contra la corrupción, problema muy sentido en Tailandia. “La nuestra-afirma el sacerdote- es una comunidad que a veces arriesga cerrarse en sí misma. El sentido de identidad que nace del serminoría a veces es fuerte. Es importante ayudar a la comunidad tailandesa misma a abrirse un poco más. Bajo la guía del cardenal, se establecieron planes quinquenales en los cuales se dan a las parroquias algunos objetivos a seguir. Entre aquellos de este quinquenio están las comunidades eclesiales de base (BEC), para que así el cristianismo permee aún más en el tejido social. La parroquia de la madre María de la Misericordia puede contar con 7 familias, que hospedan periódicos encuentros de oración y de compartir. Además, los niños que estudian el catecismo normalmente una vez por semana van a hacer sus actividades caritativas con los ancianos enfermos. “En Bangkok-Concluye el p. Daniele-el desafío es la de revitalizar el trabajo de evangelización de la Iglesia y continuar alcanzando a todas las periferias geográficas y sociales que la vida de las megalópolis tienen emarginadas. Con el nuevo plan pastoral, las comunidades cristianas son llamadas a jugar un rol importante en la sociedad y sin miedo”